_
_
_
_

Una gran retrospectiva de Ramon Casas destaca la destreza y la amabilidad del pintor modernista

La exposición de Casas es la primera de pintores modernos que se presenta en la sede central del MNAC, el Palau Nacional, tras el cierre de las salas de exhibiciones temporales del Museo de Arte Moderno (MAM) para facilitar la ampliación de los despachos para los diputados del Parlament de Catalunya. El MAM, sin embargo, sigue abierto al público en su sede del parque de la Ciutadella, en donde presentará el arte catalán de los siglos XIX y XX hasta que, si se cumplen las previsiones oficiales, en julio de 2003 toda la colección se traslade al edificio de Montjuïc.

Ramon Casas (Barcelona, 1866-1932), en quien se unieron una precoz destreza artística y una boyante situación económica, es el gran pintor del modernismo catalán. Su actividad se desarrolló a lo largo de 50 años, pero su momento de esplendor lo vivió entre 1890 y 1910, décadas en las que realizó la gran mayoría de las obras exhibidas. Técnicamente, Casas absorbió muchas influencias. 'Seguía la técnica del naturalismo francés, aunque también absorbió elementos de artistas impresionistas como Manet o Degas en lo que se refiere a los temas, la manera de plantearlos y su solución compositiva', comenta Cristina Mendoza, comisaria de la exposición. Ésta se divide en 11 ámbitos a la vez cronológicos y temáticos, que en muchos casos incluyen agradables sorpresas al visitante. Destaca, en este sentido, el dedicado a la pintura intimista, una selecta selección de desnudos femeninos representados en complicados escorzos que dan cuenta tanto de su maestría a la hora de utilizar la luz como de su delicado erotismo.

Más información
El mejor Casas se exhibe en el MNAC

Obras poco conocidas

La numerosa presencia de obras poco conocidas es una de las bazas de esta exposición. Como explica Mendoza, la última antológica de Casas en Barcelona se celebró en el palacio de la Virreina en 1983 y entonces se exhibieron 68 óleos de los que 26 pertenecían a los fondos del MNAC. Ahora se presentan 70 óleos y sólo 12 son del museo. El resto procede de 39 colecciones privadas españolas y 6 museos.

La exposición se inicia con un autorretrato en el que Casas, que entonces tenía sólo 17 años, se representa vestido de torero. Acaba con el famoso cuadro La sargantain, de 1907, en el que pinta a la que años más tarde sería su mujer, Julia Peraire, una vendedora de lotería que Casas conoció cuando ella tenía 18 años y él 40. Entre ambos, la retrospectiva abarca su faceta de retratista, en la que fue maestro; de pintor de escenas históricas, sus trabajos como cartelista -con los tres óleos que presentó para el cartel de Anís del Mono, que dieron fama a sus abundantes manolas- y su destreza como dibujante. Los paisajes, las escenas de toros y el ambiente parisiense son otros temas que incorpora la exposición, patrocinada por la Fundación Mapfre Vida, en cuya sede madrileña se presentará del 11 de abril al 17 de junio.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_