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Entrevista:ALAN GARCÍA | EX PRESIDENTE DE PERÚ

'Soy el único que no sale en los vídeos de Montesinos'

Alan García Pérez, de 51 años, presidente de Perú entre 1985 y 1990, regresó ayer a su país por primera vez en ocho años, desde su salida hacia el exilio, el 2 de junio de 1992, provocada por el autogolpe de Alberto Fujimori. Poco después de aterrizar en el aeropuerto de Lima, García dijo a la emisora Radioprogramas de Perú: 'No vengo a polemizar, que el pueblo escoja'. Durante casi una década fue la bestia negra del régimen, que no escatimó recursos para desprestigiarle y presentarlo como símbolo de desgobierno y corrupción. Vuelve para competir en las elecciones del 6 de abril. Con su presencia, la campaña sufre una auténtica sacudida. García, denostado y temido por todos sus adversarios, es un político de indudable carisma, dotado de una oratoria fuera de lo común. El ex presidente se perfila como el máximo rival de Alejandro Toledo, el candidato que encabeza las encuestas. Paradojas de la vida, García y Toledo estaban tomando juntos un café y un cruasán en la ciudad francesa de Toulouse cuando el presidente peruano, Alberto Fujimori, anunció su dimisión en Japón. El ex presidente llega a Perú en plena convulsión política por la difusión de los vídeos del prófugo ex asesor de inteligencia, Vladimiro Montesinos, por los que desfilan conocidos miembros de la clase dirigente en comprometedoras escenas de soborno y corrupción.

'Fujimori no cae por dictador, sino porque el modelo que trajo se agotó'

Pregunta. Pocos hubieran imaginado cuando Fujimori ganó con fraude las últimas elecciones que unos meses después usted competiría por la Presidencia de Perú.

Respuesta. Si Fujimori hubiera manejado el fraude con menos descaro, no habría estado en el Gobierno más de dos años. Lo que trajo abajo a Fujimori no son los vídeos de Montesinos. Fujimori no sólo fue una dictadura política, sino que fue una dictadura económica. Fujimori no cae por dictador, sino porque el modelo que trajo se agotó.

P. ¿Cuál es su situación ante la Justicia peruana?

R. Soy el primer político contra el cual por primera vez Perú unió todos sus medios de comunicación, su poder judicial, su Ejército, sus Embajadas para convertirme en una especie de satanás perseguido. Organizaron contra mi una cacería jurídica-policial totalmente injusta y absurda. Me acusaron de robar lingotes de oro, de tener una casa al lado de la de Julio Iglesias, de tener 50 millones de dólares... Respondí a todas las acusaciones y me defendí y fui absuelto en enero de 1991. Pero más adelante se produjo el golpe y toda la Corte Suprema fue removida, el Parlamento cerrado, y los medios de comunicación comenzaron a ser comprados o presionados, como ahora demuestran los vídeos.

P. ¿Qué siente al volver a Perú después de haber sido tratado como el enemigo número uno?

R. Siento un inmenso deber hacia Perú. No tengo ningún rencor y sí mucha emoción de volver a mi tierra. Siento que 10 años de campaña sistemática tienen que haber creado una imagen de Alan García. De otro lado confío en lo que digo y creo que puedo convencer.

P. Usted asustó al FMI y a la comunidad financiera por su negativa a pagar la deuda externa. Le aislaron. ¿Lo volvería a hacer?

R. La gente tiene derecho a cambiar. El FMI ha cambiado su discurso. El ex jefe Camdessus, a punto de jubilarse, hablaba de los pobres y del empleo, después de 20 años de estrujar a América Latina. Yo me opuse a estas recetas de pseudoausteridad. No negué la deuda, lo que reduje fue el pago a un porcentaje de las exportaciones. A los señores del FMI, del Club de París, a los acreedores les tengo que decir que el señor Fujimori proclamó hace dos años ante el mundo que Perú producía 72.000 millones de dólares. En las cancillerías europeas hablaban del milagro económico de Fujimori. Ahora resulta que todo era una grosera mentira. Engañaron a todos. Yo digo que hay que sincerar las cifras y a partir de ahí recalculemos el pago.

P. Durante su mandato, la lucha contra Sendero Luminoso cosechó pocos éxitos. Fue su sucesor quien acabó con el terrorismo.

R. Bueno, usted está descalificando a Aznar, Felipe González y a todos los que no han podido acabar con ETA. Es un simplismo atribuir al régimen de Fujimori el triunfo sobre Sendero Luminoso porque en 1992 capturó a Abimael Guzmán y descabezó la organización. Nosotros unimos las Fuerzas Armadas, yo creé el Ministerio de Defensa, la Policía Nacional, el Servicio de Inteligencia Nacional, unificamos todos los servicios, preparamos el Estado para la guerra.

P. ¿En qué se diferencia el hoy candidato Alan García del presidente que terminó su mandato duramente criticado?

R. Creo que hay que dar un nuevo contenido al concepto de la justicia, en un programa de gobierno que utilice todos los instrumentos posibles, privatizadores o no, para dar lo que la gente quiere. Hay que reconstruir la política, refundarla con contenidos de justicia social. El mundo ha cambiado. Le doy ejemplo: Chile tiene 15 millones de habitantes, un presupuesto de 20.000 millones de dólares e invierte 3.000 millones en educación. Perú tiene 25 millones de habitantes, un presupuesto de 10.000 millones e invierte 800 en educación. En pocos años ellos van a exportar gerentes y nosotros mano de obra.

P. Con el desprestigio de la clase dirigente, ¿por qué los peruanos van a creer más en usted que en cualquier otro político?

R. Porque no tengo ningún vídeo y porque tienen derecho a preguntarse por qué me dejaron fuera. En estos momentos hay dos escenarios paralelos en Perú. Uno pequeñito, que es la elección de presidente, donde hay unos candidatos que hablan y no se les escucha; y otro enorme, que es esa caja de Pandora, de donde salen sapos y culebras todos los días con cada vídeo. Me presento con la autoridad que me da haber estado fuera 10 años y ser el único que no sale en los vídeos.

P. ¿Cree usted que la investigación permitirá conocer lo que ha ocurrido en los últimos 10 años?

R. Hay muchos intereses en juego. Varios de los investigadores tienen rabo de paja, como decimos en Perú. Es decir, o tienen su vídeo o han estado vinculados. Seguramente la investigación mostrará grandes cosas, pero como los bikinis, mostrará todo, menos lo importante. Sobre varios investigadores hay sospechas por sus vinculaciones anteriores con el régimen.

P. ¿Cree que puede ganar?

R. Sí, creo que el movimiento de respuesta ante el despropósito económico que estamos viviendo va a tener mucha fuerza de convocatoria en la población.

P. ¿Cuál de los candidatos le preocupa más?

R. Alejandro Toledo, que tiene aún la inercia de la elección anterior, con el 30% en las encuestas. Es un hombre bien ubicado. Pienso que él es una de las cartas fundamentales de esta elección.

P. ¿Contempla la posibilidad de gobernar en coalición?

R. Yo no gobernaría sólo. Si esas son las condiciones, no seré candidato. Así de clarito. Perú está tan mal que si me tocara ganar haría todos los esfuerzos para que Toledo y su equipo formen parte de un Gobierno de unidad nacional. No voy a gobernar para un solo partido.

P. ¿No cree que su mandato tuvo alguna mancha?

R. En el plano económico, la inflación que no supimos controlar y que se debió a una ola continental. Pienso que se pudo ajustar más la economía y no tuvimos la decisión de hacerlo. En el plano humano, aquel episodio terrible de las matanzas de presos en los penales, que me sigue pareciendo lo más feo de mi Gobierno.

P. Hasta cuándo planeará la sombra de Montesinos?

R. Si a mi me toca gobernar esté seguro que la sombra de Montesinos no estará ahí.

P. ¿Sabe dónde se oculta?

R. Bueno, no soy ningún brujo, pero dicen los analistas que no estaría muy lejos de Colombia.

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