_
_
_
_

Agricultura investiga a un ganadero de Sevilla por ocultar la muerte de 38 vacas

La Junta prevé autorizar esta semana un centro para tratar materiales de riesgo en Málaga

Alejandro Bolaños

Los restos de los cadáveres de las vacas fueron hallados por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil semienterrados en una fosa en la finca La Gila, en el municipio de La Puebla de Cazalla, a unos 90 kilómetros de Sevilla. Ese mismo día comunicaron los hechos a la delegación provincial de la Consejería de Agricultura, que es el organismo encargado de inspeccionar las explotaciones para detectar cualquier síntoma de enfermedad en el ganado, incluido el mal de las vacas locas.

'Mandamos a uno de nuestros veterinarios y al servicio de recogida de cadáveres la mañana del viernes', explicó ayer el delegado provincial de Agricultura, José Núñez, quien indicó que, de confirmarse, se trataría del primer caso de ocultación de reses muertes registrado en Sevilla. Esta actuación, revelada por el diario Abc en su edición de ayer, no fue hecha pública el viernes por la delegación de Agricultura.

'El ganadero tiene obligación de comunicar las bajas en sus explotaciones', indicó Núñez, quien también resaltó la responsabilidad del veterinario de la agrupación ganadera de defensa sanitaria a la que pertenece La Gila. Según los datos de Agricultura, los 38 cadáveres corresponden a una partida de 90 vacas que llegó a la zona procedente de Zafra (Badajoz) a primeros de octubre. Por el estado de descomposición de los cadáveres, los técnicos de Agricultura creen que los animales murieron pocas semanas después. El personal de la finca mantuvo que perecieron de hambre por no adaptarse al pienso y forraje de la explotación sevillana.

El veterinario de la delegación de Agricultura tomó muestras de huesos y piensos para comprobar, si es posible, la causa de la muerte. El avanzado estado de descomposición de las reses impidió realizar los tests rápidos para detectar el mal de las vacas locas, aunque Núñez subrayó que los cadáveres fueron enviados a la planta de Castellón para su incineración.

Tras completar el expediente de información, la delegación de Agricultura deberá decidir si abre un expediente sancionador al ganadero, aunque ayer Núñez ya adelantó que la consejería 'piensa llegar a las últimas consecuencias' en la investigación. Si se confirma la supuesta ocultación de cadáveres, el propietario de la finca deberá hacer frente a una multa administrativa. 'Es una excepción, hasta ahora los ganaderos están colaborando totalmente'. aseguró el delegado.

Para eliminar los materiales de riesgo (cadáveres en explotaciones y médula, intestinos, amígdalas, cerebro y ojos de reses sacrificadas) Agricultura prevé autorizar esta semana la adaptación de un centro de transformación de harinas cárnicas en Cártama (Málaga). En esta fábrica los materiales de riesgo serían transformados en harinas, que luego podrían ser quemadas en cementeras o albergadas en vertederos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Hasta ahora, los materiales de riesgo generados en Andalucía son trasladados a una incineradora de Castellón. La Junta también baraja la opción de autorizar la construcción de una incineradora en la región, que eliminaría directamente estos materiales.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_