Chipre advierte de que Turquía nunca accederá a la UE si frena su ingreso

El ministro de Exteriores de Chipre, Ioannis Kasoulides, de 53 años y médico de profesión, vivió el lunes nada más aterrizar en Madrid uno de los mayores apuros de su vida política. Sus maletas habían viajado por error a Moscú y él iba a ser recibido por el Rey en menos de dos horas. Una rápida compra por el centro de la ciudad evitó males mayores. 'Imagínese cómo me he puesto cuando me he enterado de que no tenía ropa', dijo entre risas a EL PAÍS en un breve encuentro en un hotel madrileño. Ya en serio, Kasoulides dejó claro el motivo de su visita a España y su reunión de ayer con su co-lega español, Josep Piqué: 'Si Turquía quiere ser miembro algún día en la Unión Europea (UE) debe aceptar primero la entrada de un Chipre unido. España, que desempeñará la presidencia de turno de la UE en el primer semestre de 2002, cuando termina el periodo de negociación entre los Quince y Chi-pre, puede ejercer una presión indirecta sobre Ankara con este fin. Chipre no quiere ser un miembro de la UE de segunda categoría'.

La isla de Chipre, de un tamaño un poco menor que Navarra, es el único territorio dividido que queda en Europa. La parte norte, un tercio de su extensión, fue ocupada por Turquía en 1974 como respuesta al golpe de Estado del lado grecochipriota durante la Dictadura de los Coroneles griegos (1967-1974). Sólo Ankara reconoce al Gobierno turcochipriota. La UE no vincula el acceso de Chipre con su reunificación, pero apoya las negociaciones que con este objetivo y auspiciadas por la ONU reiniciaron las dos partes en diciembre de 1999.

Amenazas turcochipriotas

La sexta ronda de conversaciones debía celebrarse a fines de este mes, pero el líder turcochipriota, Rauf Denktash, ya ha anunciado que no acudirá. En síntesis, la discrepancia está en que mientras Chipre defiende una federación bicomunal y bizonal, el régimen turcochipriota quiere una confederación de dos Estados independientes. Denktash también amenaza con acelerar la integración de la parte ocupada con Turquía. La crisis económica turca ha arrastrado consigo al norte de la isla y en los últimos meses suspendieron sus actividades media docena de bancos. Ankara concedió el pasado día 12 un crédito a 350 millones de dólares a la zona ocupada.

A Kasoulides no le inquietan esas amenazas. 'Si Dentktash no acude a las negociaciones será el Consejo de Seguridad de la ONU quien presione a Ankara para que lo haga. Y en cuanto a las amenazas no las entiendo, porque son ya una realidad. La economía de la parte ocupada ya depende totalmente de Turquía, utiliza de hecho la misma moneda, y hay más de 30.000 militares turcos allí'.

Más importancia da el ministro a las protestas y a los ataques a la prensa registrados en el norte de la isla desde el verano. 'Ha surgido un movimiento de protesta contra Turquía, no contra Denktash. Su eslogan era: 'Este país es nuestro' y revelaba el descontento económico de la población y su voluntad de unise a la UE'.