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Tribuna
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Nada impide que una mujer triunfe

Es cierto que la presencia de la alemana Katja Poensgen en la lista de inscritos para el Mundial de 250cc ha causado sorpresa y expectación porque en las últimas temporadas no ha habido ninguna mujer compitiendo en los grandes premios. Sin embargo, mi opinión es que fisiológicamente nada impide que una mujer pueda correr en moto a alto nivel e incluso conquistar un título mundial.

Esto es así porque en los deportes en los que interviene un elemento mecánico las diferencias con el hombre se reducen y pueden llegar a desaparecer si la mujer en cuestión tiene el talento suficiente. Para estar preparada físicamente, necesita un nivel muscular alto y tener mucha fuerza porque la moto es muy exigente en cuanto a las frenadas y las reacciones bruscas.

Resulta difícil especificar una parte del cuerpo que una piloto tenga que desarrollar para equipararse a los varones. Todos los músculos son importantes, aunque a los que más se exige son el antebrazo y la cintura escapular (trapecio y deltoides). También hay que prestar atención a pectorales y brazos, que en principio las mujeres tienen menos desarrollados. Ejercitando estos músculos a cosciencia, una mujer puede equilibrarse con un hombre y competir en igualdad de condiciones.

Otro factor a tener en cuenta es que el nivel de grasa de la mujer es superior y que cualquier consideración fisiológica viene determinada por el biotipo del individuo. Hay deportistas que, por su características biológicas, nunca podrán llegar al máximo nivel aunque trabajen muy duro.

Por otra parte, y comentando el triunfo de Jutta Kleinschmidt en el Rally París-Dakar, creo que se está sobredimensionando un poco porque en las competiciones de coches el sexo del piloto no marca ninguna diferencia. Además, se trata de una competición de resistencia, en la que lo más importante es la capacidad aeróbica.

Jaume Palau es preparador físico de Àlex Crivillé, Jordi Arcarons, Joan Roma y del Club Patí Voltregà.

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