Los alumnos de conservatorios protestan contra la futura escuela de música

Clarinetes, tambores, flautas, chirimías, fagotes, tambores, oboes... Todos los instrumentos de viento y percusión de una orquesta, así como algunos de la cobla, tocados por unos 400 estudiantes de música de Cataluña, se convirtieron ayer por la mañana en Barcelona en el arma de protesta de los alumnos de los conservatorios catalanes, que de esta manera decidieron manifestarse ante la sede del Departamento de Enseñanza de la Generalitat, en la Via Augusta, en protesta contra la filosofía de la futura Escuela Superior de Música de Cataluña (Esmuc), que en aplicación de la LOGSE empezará a funcionar el próximo curso.

Los estudiantes, que en vano intentaron superar el cordón formado por los Mossos d'Esquadra para acceder a la sede del Departamento de Enseñanza, optaron por cortar la Via Augusta durante media hora, mientras dos representantes de los alumnos, dos de los profesores de los conservatorios y uno de los padres de alumnos se entrevistaban, durante 3 horas y 15 minutos, con el secretario general de Enseñanza, Ramon Farré; el director general de Ordenación Educativa, Pere Sol; el subdirector general de Orientación Curricular y Programas Educativos, Jordi Blanc, y el coordinador de la Esmuc, Lluís Vila d'Abadal, a los que entregaron las 12.000 firmas reunidas contra los planes de la nueva escuela, la única de carácter público que impartirá enseñanzas musicales de grado superior, a la que acusan de 'elitista y cara'.

Los estudiantes, que exhibieron pancartas con lemas como Generalitat, no extermines a los músicos catalanes y Músicos catalanes, forzados al exilio, reclaman un aumento del número de plazas que oferta la Esmuc, fijado en un máximo de 150 para el primer curso; la aplicación de un modelo financiero y organizativo idéntico al del resto de España, y que la Generalitat asuma directamente la titularidad de la Esmuc en lugar de la fundación privada, financiada con dinero público, que se ha creado.