Los dueños de una res afectada acusan a la Xunta de silenciarles
La familia de Erundina Negreira, propietaria de la explotación ganadera de Cabana (A Coruña) donde nació Elvira, la primera vaca loca española, acusan a la Xunta de Galicia de haberles presionado durante casi dos meses para que guardaran silencio sobre el caso. Aunque el resultado positivo de los análisis de la res no se confirmó hasta finales de noviembre, las continuas visitas de los veterinarios a la granja se iniciaron en septiembre y en muchas ocasiones se realizaban de noche para no llamar la atención de los vecinos, según informó ayer la cadena SER.
La vaca Elvira había nacido en la explotación de Erundina Negreira, quien hace año y medio la vendió a otra granja de la vecina localidad de Coristanco. La vaca fue sacrificada en el matadero el 31 de agosto y, como tenía síntomas compatibles con la encefalopatía espongiforme bovina, se le tomó una muestra para el análisis.
Fuentes del Gobierno gallego desmintieron que se hubiesen realizado presiones sobre la familia de Erundina Negreira e indicaron que si ésta se sintió amenazada debería denunciarlo en los tribunales.
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