'Disparó a bocajarro a Kabila'

El asesinato del presidente de la República Democrática del Congo (RDC), Laurent Desiré Kabila, fue 'un acto premeditado con mucha antelación', según recoge la edición de ayer del rotativo británico The Independent en una entrevista realizada al asesor económico del ex mandatario, Emile Mota, la única persona que estuvo presente en el asesinato de Kabila. 'Estoy persuadido de que fue un ataque premeditado, planeado con mucha antelación', declaró Mota, 44 años, que estaba trabajando con Kabila cuando éste fue asesinado.

Su relato de los hechos hace referencia al que suministró el pasado sábado en Kinshasa el ministro congoleño de Justicia, Mwenze Kongolo. 'El presidente vestía su indumentaria habitual y estaba sentado en un sillón cercano a la puerta, mientras yo estaba en el sofá. De pronto, irrumpió en la sala el guardaespaldas, que se acercó a Kabila, desenfundó con gran rapidez la pistola que llevaba colgada del cinturón y disparó a bocajarro hacia el lado izquierdo del cuello del presidente', agregó. 'Kabila cayó hacia atrás, y cuando el asesino se dirigía marcha atrás hacia la puerta disparó otras dos balas al estómago del mandatario. Una atravesó su cuerpo y se incrustó en el brazo derecho del sillón, y la otra, que también atravesó el cuerpo de Kabila, se introdujo en el sofá que yo ocupaba. Hubiera podido alcanzarme', relató Mota.

'El guardaespaldas huyó corriendo y yo le seguí pidiendo ayuda a gritos. Casi de inmediato fue alcanzado por una bala en la pierna o el pie, pero todavía disparó dos veces antes de ser abatido, aunque eso yo no lo vi, sólo oí los tiros', explicó. 'Mientras tanto, yo había regresado al salón para ver al presidente, que estaba inconsciente, y para llamar a un médico. Traté de transportarlo hasta el helicóptero que lo llevó a la clínica Ngaliena y me llené de sangre las manos', dijo.

Mota no pudo confirmar el nombre del guardaespaldas que asesinó a Kabila, que tenía, en su opinión, 25 años y que, a su entender, fue reclutado por el ex presidente en 1996. Un grupo de militares congoleños se atribuyó el asesinato a través de un comunicado. Este grupo señaló que el asesino era Kasereka Rachidi, uno de sus hermanos de armas.