La Alianza y el Pentágono minimizan los riesgos

La Alianza Atlántica y el Pentágono minimizaron ayer los riesgos para la salud que pueden entrañar las trazas de plutonio halladas en la munición de uranio empobrecido usada por la OTAN en los Balcanes. El portavoz de la Alianza, Mark Laity, declaró: 'Se sabe desde hace tiempo que puede haber trazas de uranio 236 y plutonio en el uranio empobrecido, que es un subproducto de la industria nuclear, y que, de acuerdo con expertos independientes, se han encontrado en niveles tan bajos que no presentan ningún motivo de preocupación'.

El portavoz precisó que los rastros del isótopo de uranio 236 encontrados por un laboratorio suizo en las muestras de munición analizadas son del 0,0028%, una proporción que, según la OTAN, que cita el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), 'es tan pequeña que su radiotoxicidad no cambia comparada con el uranio empobrecido sin U-236'.

En cuanto al plutonio, que no existe en estado natural y que es usado como material fisible en bombas nucleares y en los reactores de las centrales, la OTAN cita un informe de EE UU del pasado 13 de diciembre. En dicho informe se señalaba que el uranio empobrecido 'puede contener niveles de trazas de transuránicos ', y 'que los análisis realizados de muestras de uranio empobrecido indicaban que la contaminación de elementos transuránicos añadían un 0,8% a la dosis de radiación del uranio empobrecido'. Por tanto, dijo Laity, 'desde un punto de vista sanitario, la presencia de tan pequeñas cantidades de plutonio es irrelevante'.

El Pentágono también insistió en que estos restos son 'científicamente insignificantes'. El teniente coronel Paul Phillips explicó que las trazas de plutonio han sido detectadas en las existencias de uranio enriquecido que el Departamento de Energía proporciona al Departamento de Defensa para fabricar munición.