Un jefe policial declara que el 'caso Raval' tenía vínculos internacionales
El inspector afirma que los pederastas contactaban por Internet
Jesús Fernández Garrido, el responsable del Grupo de Menores de la Jefatura Superior de Policía que llevó la investigación en 1997, empezó a declarar ayer en la quinta sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona contra cinco acusados. El inspector explicó que durante el registro realizado en una torre de la localidad barcelonesa de Corbera de Llobregat propiedad de Xavier Tamarit, el principal acusado, se intervinieron listados de pederastas 'nacionales e internacionales', con el mote que utilizaban. También se detallaban las horas en las que se podía contactar con ellos a través de la red, en una época en la que su uso era todavía minoritario.
Garrido relató igualmente que en el ordenador personal de Tamarit se intervinieron artículos sobre la pederastia escritos por él mismo o por Jaume Lli, el otro hombre acusado de abusar de los menores, así como cartas de todo tipo en las que se solicitaban datos de la Administración sobre menores que estaban bajo su tutela. También fueron encontradas comunicaciones por correo electrónico entre Lli, Tamarit y los supuestos pederastas con los que contactaban advirtiendo de la necesidad de guardar la discreción necesaria en el caso y un disquete con 537 fotografías de pornografía infantil en las que aparecían menores fingiendo actos sexuales.
Fotos de desnudos
Junto a esas imágenes aparecieron otras en las que los protagonistas eran los niños que supuestamente sufrieron los abusos sexuales. En una aparecen dos hermanas desnudas, una sobre otra, y una segunda foto es de I., el menor del que Tamarit declaró en el juicio estar 'profundamente enamorado'.
El inspector de la policía explicó también que el caso lo destapó una llamada anónima de una mujer al Grupo de Menores en la que advertía de que el menor O. sufría abusos sexuales. Días después, la policía localizó a la supuesta víctima, quien corroboró los hechos, y después se supo que la lista de afectados era mucho más amplia. En una segunda llamada, la misma mujer aceptó identificarse y declarar ante la policía. La testigo de cargo declaró el jueves ante el tribunal y el inspector de policía recordó ayer que la mujer fue amenazada por aquellos hechos y que durante un tiempo llegó a tener protección policial por orden del juzgado.
Antes de declarar el ex inspector jefe del Grupo de Menores lo hicieron varios agentes que intervinieron en la operación. Algunos abogados de la defensa forzaron tanto sus preguntas que llegaron a cuestionar de manera encubierta las declaraciones inculpatorias. El presidente del tribunal, Josep Maria Pijuan, cortó una vez más por lo sano y llamó al orden a las defensas.
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