Marruecos abre hoy el proceso a 130 militantes islamistas
La celebración en Casablanca del 34º Congreso de la Federacion Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH) ha puesto de manifiesto la 'inquietud' de sus participantes ante la paralización del proceso de reformas democráticas y las 'señales evidentes' de regresión en los derechos humanos en Marruecos. En este sentido, la asociacion islamista Justicia y Espiritualidad, el movimiento dirigido por el jeque Yassin, informó ayer de la apertura hoy en Casablanca, Marraquech y Tetuán del proceso contra 130 miembros de la organización detenidos desde el 10 de diciembre pasado por manifestarse en la calle.
Por primera vez, la FIDH tendrá un nuevo secretario general no francés, el abogado senegalés Sidiki Kaba, que dirigirá la organización en los próximos tres años.
Durante cinco días, el congreso examinó la situación de los derechos humanos en Marruecos. Al tiempo que se reconocían los progresos efectuados por el Gobierno dirigido por el socialista Abderraman Yussufi, en particular desde la entronización del rey Mohamed VI, como los 47.000 amnistiados, la vuelta del opositor Abraham Serfaty, las indemnización a las víctimas de la represión de la época de Hassán II, la destitución del anterior ministro del Interior y el levantamiento de la prisión domiciliaria al líder islamista Abdesslam Yassin, los miembros de la FIDH han manifestado su preocupación por las restricciones en las libertades de expresión, la represión administrativa contra los disidentes y el juicio a 36 militantes de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) el próximo 28 de febrero.
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