La instalación de paneles solares en la Universidad de Jaén finaliza este mes

Una vez que todos los paneles estén funcionando aportarán 200 kilowatios de energía, que se sumarán a la electricidad que abastece Las Lagunillas. Jorge Rodríguez, uno de los participantes en el proyecto, explicó ayer que sólo quedan por instalar 60 paneles del total del que consta el proyecto. La ubicación ha sido una de los aspectos que más se ha cuidado, ya que se pretende su integración en la arquitectura del campus y su funcionamiento en cada lugar también será objeto de investigación.

Los 140 paneles se han situado en las cubiertas que tapan los aparcamientos de la Universidad, mientras que la fachada de un edificio quedará totalmente cubierta por otros 40 más y el total se completará con una pérgola. Los que son visibles desde el exterior son los que cubren el edificio y su instalación no ha supuesto desvirtuar la estética del campus.

El proyecto comenzó a gestarse en 1994 y cuenta con la colaboración de la Junta, universidades de la Unión Europea y empresas andaluzas que están aportando materiales. Concretamente participan Isofotón de Málaga y Solar Jienense, que se ha encargado de cablear y ubicar los paneles en los espacios previamente seleccionados. El consumo de energía eléctrica no sólo supondrá una reducción en la factura de la Universidad de alrededor de cinco millones de pesetas anuales, sino que implica utilizar una energía limpia que dejará de emitir a la atmósfera 150 toneladas de CO2 cada año, 500 kilos de óxido de azufre y también supondrá que dejen de utilizarse 1.000 metros cúbicos de agua en el proceso de creación de la electricidad.

El programa lo está desarrollando el grupo Jaén de Técnica Aplicada, dirigido por Gabino Almonacid. Éste ha destacado que proyectos similares al que desarrolla la Universidad de Jaén no son rentables aún desde el punto de vista económico, pero sí desde la óptica de la investigación y la utilización de recursos energéticos alternativos. Con la puesta en funcionamiento de estos paneles, los investigadores han tenido que crear, por ejemplo, sistemas de seguridad que antes no existían, pues por el aparcamiento del campus pasan unas 10.000 personas cada día.