Los asesinos del niño Bulger tendrán protegida su identidad de por vida para evitar una venganza
En una decisión sin precedentes, Elizabeth Butler-Sloss, presidenta de la sala de Familia del Tribunal Supremo, decidió proteger ayer con carácter permanente la intimidad de Jon Venables y Robert Thompson, los dos niños que en 1993 asesinaran al pequeño James Bulger. Con 18 años cumplidos, la pareja será puesta en libertad en los próximos meses tras haber pasado ocho años en centros de rehabilitación.
Jon Venables y Robert Thompson raptaron en 1993 a James Bulger, un pequeño de dos años, que estaba de compras con su madre en un centro comercial cercano a Liverpool. De diez años en aquellos momentos, los chicos llevaron de la mano a su víctima junto a las vías del tren y le torturaron hasta la muerte. Ahora que son mayores de edad y, según los expertos que les han tratado ya no suponen un peligro, se les ha proporcionado una nueva identidad y pasaporte además de un pasado y domicilio distintos.
La juez Butler-Sloss debía hallar un difícil equilibrio entre el derecho a la intimidad y a la familia de los autores de un crimen que la sociedad británica aún no ha podido explicarse, y la preservación de otro derecho fundamental: la libertad de expresión. Al final, adujo que las amenazas efectuadas por la familia paterna de James Bulger, dispuesta a matar a ambos asesinos en cuanto salgan libres, eran reales y prefirió mantener el silencio que ha rodeado sus vidas desde el juicio.
'La situación de estos sujetos es única, incluso diría que excepcional. Por eso es necesario proteger su integridad por encima de otras consideraciones', señala el fallo. Para la prensa autóctona supone la prohibición de publicar los nuevos nombres adoptados por la pareja, cualquier fotografía o dibujo de sus rostros, así como sus direcciones. De todos modos, la juez dio permiso a los medios de comunicación para que apelaran si así lo desean.
Denise Fergus, la madre de James Bulger, lamentó que los autores de un crimen gocen de mayores derechos que sus víctimas y calificó de 'injusticia' que Venables y Thompson hayan estado encerrados menos de una década. 'Hemos vivido un infierno desde la muerte de James y por lo que parece sólo seguiremos allí nosotros', dijo. Los abogados de los muchachos saludaron con reservas la decisión judicial. El letrado de Venables, dijo que era un buen comienzo, pero muy limitado y tal vez poco eficaz. Dado el carácter territorial de la Justicia británica, la sentencia no rige para Escocia e Irlanda del Norte. Si el paradero de los jóvenes fuera desvelado a través de Internet o bien en la prensa internacional, los jueces de Inglaterra y Gales tampoco podrían condenar a los causantes de la filtración. De ahí que expertos hayan reconocido las dificultades de proteger de un linchamiento a Venables y Thompson si algún rotativo da con ellos.
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