Un diario desafía al Supremo y da detalles del paradero de los asesinos del niño Bulger

El periódico niega haber ignorado la decisión del Supremo de proteger a Thompson y Venables de posibles ataques personales, pero su director podría ir a la cárcel o tener que pagar una multa millonaria si el fiscal considera que ha habido delito.

La prohibición de desvelar detalles de la nueva vida emprendida por los jóvenes criminales, o de publicar fotografías recientes, se remonta a enero pasado y fue impuesta por la juez Elizabeth Butler-Sloss. A pesar de que sólo cubre Inglaterra y Gales y deja libertad de acción a la prensa de Escocia y el extranjero, así como a las comunicaciones por Internet, el gesto de The Manchester Evening News era interpretado ayer en el Reino Unido como un desafío a las autoridades, que deberán emplearse a fondo para preservar el anonimato de los jóvenes.

Separados desde que torturaran y dieran muerte al pequeño James Bulger cerca de Liverpool hace ocho años, se presume que Thompson y Venables saldrán a la calle a finales de este mes. La estricta vigilancia a que serán sometidos el resto de sus vidas por los servicios que supervisan las libertades condicionales en el Reino Unido ha llevado al Ministerio de Interior a asegurar que no serán ciudadanos libres como el resto, puesto que deberán informar de todos sus movimientos, salidas y cambios de domicilio.

Venganza Pese a ello y de que podrían volver a ser recluidos en un centro especial de considerarse que vuelven a ser un peligro para la sociedad, las ansias de venganza no parecen haber amainado en la región de Merseyside, al noroeste del país, donde perpetraron el crimen. El pasado viernes mismo, la radio local de la BBC recibió una llamada en la que se sugería que 'debería hacerse algo terrible con ellos'. Denise Fergus, madre de James Bulger, les ha recordado también que no podrán ocultarse siempre, porque hay gente que les estará esperando 'y removerán hasta las piedras si es preciso' para vengar a su hijo.

Mientras la fiscalía decide si las acciones del diario son motivo de una querella criminal, han empezado a efectuarse los primeros cálculos del coste que supondrá mantener a Thompson y Venables alejados de la curiosidad del público. Según la BBC, su rehabilitación en los últimos ocho años podría haber ascendido a 540 millones de pesetas. La libertad vigilada otorgada costaría cerca 1.350 millones de pesetas. A ello habría que sumar los 270 millones de pesetas gastados durante 1993 por el juicio. Unas cifras que han llevado a Ralph Bulger, padre de James, a calificar la privilegiada la situación de los asesinos, que habrían pasado casi una década 'en centros de recreo de cinco estrellas'.

Para los expertos en el tratamiento de menores delincuentes, por el contrario, el caso de Thompson y Venables demuestra que no hay delincuentes imposibles de rehabilitar. En el momento del crimen, Susan Venables trataba de sacar adelante a Jon y a otros dos hijos que son minusválidos. Sumida en una profunda depresión y abandonada por su marido, habría ignorado los problemas emocionales de James, el hijo mediano.

En casa de Thompson la situación era igualmente penosa. Quinto de siete hermanos varones, su padre desapareció cuando él tenía seis años y todos los chicos empezaron a hacerse la vida imposible entre ellos. A Robert le acosaban los mayores y él, a su vez, descargaba su ira en el hermano pequeño.

Una situación familiar que predisponía en ambos casos a la violencia porque, según los psicólogos que les han tratado, los dos asesinos se habían insensibilizado de tal modo al dolor que no comprendían el daño que podían hacer. Tras ocho años de tratamiento, Dominic Lloyd, abogado de Thompson, asegura que el joven ha comprendido y asumido un crimen por el que siente 'unos remordimientos terribles'. A Venables le costó más tiempo admitir su responsabilidad en lo ocurrido.