Los institutos rechazan presentar sus cuentas a Educación a través de Internet
La comisión de portavoces de los directores de institutos de educación secundaria, que incluye a representantes de todos los centros de la región, ha enviado una carta al viceconsejero de Educación, Juan Carlos Doadrio, en la que exige que se retire el nuevo programa de gestión económica a través de Internet, 'ante la alarma producida'. Los directores consideran que este sistema de gestión 'atenta contra la autonomía de los centros', además de contener 'importantes deficiencias técnicas'.
Hasta el pasado año, según explicó uno de los directores, las cuentas de los centros se llevaban a través de un programa informático normal. Pero el programa no fue capaz de superar el efecto 2000, por lo que Educación puso en marcha uno más moderno, al que se puede acceder únicamente a través de Internet. El problema surgió entonces por partida doble: el nuevo programa, según sus usuarios, es 'terriblemente lento'. 'Un simple apunte', señalan, 'puede llevar horas. Es desesperante. Además, casi la mitad de los centros carece de los equipos adecuados'. Cada uno de los 300 institutos de la región maneja un presupuesto de unos cinco millones de pesetas.
Pero la gran queja de los directores es que, según ellos, la introducción de estos datos en el ordenador central de la Consejería de Educación limita su 'autonomía de gestión'. 'Modificar una partida que ya está gastada resulta imposible, porque el programa lo impide. Y nosotros, por diversas causas, necesitamos a lo largo del año llevar a cabo estas modificaciones: se rompen cristales, aumenta el precio del gasóleo de la calefacción...', indican los firmantes de la carta.
Por eso, los directores de instituto se niegan a usar el nuevo programa de Internet y han vuelto a utilizar el viejo. 'Como el programa antiguo no supera la fecha de 1999, lo que hacemos cuando terminamos las cuentas es tachar con typex el año [1999] y poner a máquina el correspondiente [2000 o 2001]', admiten.
Incongruencia
Los directores consultados consideran que no existe ningún tipo de 'incongruencia' entre su negativa a utilizar Internet para presentar las cuentas oficiales y las enseñanzas que dan a los alumnos sobre la importancia de conocer y usar los nuevos medios de comunicación. 'Que quede claro que no estamos en contra de Internet, sino contra un sistema que atenta contra nuestra autonomía de gestión. No podemos cubrir las necesidades que surgen por su escasa flexibilidad'.
Fuentes de la Consejería de Educación rechazaron ayer los argumentos esgrimidos por los responsables de los centros, y recordaron que el programa de gestión utilizado durante los últimos años se modificó para adaptarse al cambio de año. 'El nuevo programa se colgó en la red para que todos los ordenadores pudiesen acceder a él, lo mismo que ocurre con el resto de dependencias e instituciones de la Comunidad o del mundo bancario', explicaron.
A los portavoces de Educación les parece 'ridículo que determinados directores de instituto se nieguen a utilizar la misma herramienta que están divulgando entre sus alumnos'. Desmienten igualmente que no se puedan modificar las partidas una vez que han sido agotadas, tal y como dicen los docentes. 'Eso no es cierto. Sólo es necesario que se reúna el consejo escolar para poder cambiarlas', aseguran. La Consejería cree que existe un 'boicot' por parte de los directores de instituto a utilizar Internet. 'Los directores de centros de educación infantil no han puesto ningún problema, y disponen del mismo programa', aseguran.
Los directores de instituto no asistieron al acto de inauguración de este sistema informático, y tampoco han acudido a los cursos de aprendizaje de Internet. 'Creemos que estas personas tienen una falsa percepción de la gestión pública', concluyen desde Educación.
Por su parte, Adolfo Navarro, portavoz socialista de Educación en la Asamblea de Madrid, señala que la queja de los profesores con respecto a las herramientas informáticas es 'sólo una muestra del malestar que reina entre los directores'. 'No es tanto el mal funcionamiento de un programa, sino el intento de la consejería de reducir su autonomía de gestión', opina. Según Navarro, Educación mantiene un 'sentido centralista' de la gestión, que impide que los institutos puedan contratar directamente, como ocurría bajo gobierno del PSOE, obras de mejora.
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