El delegado de la Zona Franca de Cádiz gastó 195 millones en protocolo

Durante los últimos cuatro años, la Zona Franca de Cádiz ha dedicado 195 millones de pesetas a publicidad, exposiciones y gastos de representación, 107 más de los que recogían inicialmente las partidas del presupuesto. El dinero se empleó mayoritariamente en viajes, hoteles y restaurantes de lujo de Madrid. Entre numerosas facturas de este tipo de gastos, constan 45 del Hotel Ritz de la capital de España. La adquisición de regalos y el alquiler de vehículos acaparan el resto de las partidas.

En los cuatro informes de control presupuestario realizados por responsables de la propia Zona Franca se hace constar, en el capítulo de observaciones, que el gasto realizado supera el presupuesto o el límite establecido.

Además de los gastos recogidos específicamente en los epígrafes de publicidad, exposiciones, promoción, otras actividades y relaciones exteriores, Rodríguez de Castro ha cargado más de 12 millones de pesetas a la Zona Franca a través de sus tarjetas Visa y American Express. En los informes internos no está desglosado el uso de estas cantidades.

340.000 pesetas en fino

Entre los regalos y los objetos adquiridos por el recinto fiscal figuran gemelos de oro, plumas, grabados y relojes, entre otros obsequios de representación, como un estuche de vino fino y oloroso de una bodega jerezana por el que se pagaron 340.000 pesetas.

Según consta en un asiento contable, la Zona Franca empleó 9,7 millones de pesetas en la organización de unas jornadas sobre la libertad de comercio en las que participaron varios expertos.

El informe interno, encargado en enero de 2000 por el propio delegado y firmado por los cinco directores ejecutivos y el secretario general del consorcio, alertaba de la existencia de 'gastos innecesarios, excesivos, duplicados o de difícil justificación en cuentas gestionadas directa y exclusivamente por la delegación del Estado'.

El mismo informe avisaba de que se estaba produciendo 'una creciente separación del personal del consorcio en las relaciones, gestiones o negociaciones con terceros', lo que produce la 'acumulación de conocimientos y compromisos en una única persona' y provoca 'enormes riesgos y disfunción'.

Entre los reproches que dirigían los miembros de su comité ejecutivo a Rodríguez de Castro figuraban las actuaciones 'a golpe de timón o de forma no planificada' y se preguntaban por la rentabilidad y el objetivo de las campañas de publicidad. 'Existe un desconocimiento absoluto e incomprensible de las acciones promocionales, con la consecuente mala imagen que se porta tanto a nivel interno como a nivel externo de la organización. Igualmente, puede percibirse un exceso de actividades promocionales de dudosa rentabilidad, salvo que pueda entenderse desde una óptica más política que comercial', añadían.

Los directores del consorcio decían tener 'la sensación de permanente vigilancia con supuestos informadores inspectores o cargos de confianza en la tarea diaria'.

El diputado socialista Francisco Fernández Marugán anunció ayer que pedirá explicaciones al Gobierno sobre la gestión de la Zona Franca de Cádiz una vez que se reanude el periodo de sesiones tras las vacaciones navideñas.

Preguntas y dimisión

El PSOE ha trasladado también otros asuntos que afectan a este organismo fiscal al Congreso de los Diputados y al Ayuntamiento de Cádiz, presidido por Teófila Martínez.

El grupo municipal socialista le preguntó a la alcaldesa ayer su opinión sobre el desvío presupuestario en estas partidas de protocolo. Los socialistas piden conocer las facturas, los informes internos así como los gastos que se han destinado a viajes, restaurantes y alquiler de vehículos. Este grupo quiere saber si Martínez 'ha pensado en solicitar la dimisión del delegado especial'.