Un tribunal francés pone en libertad bajo fianza al hijo de Mitterrand
Jean-Christophe Mitterrand, hijo mayor del fallecido presidente francés François Mitterrand, vio como anoche el Tribunal de Apelación de París aceptaba su demanda para obtener la libertad provisional. El hijo de Mitterrand estaba encarcelado en la Santé (París) desde el pasado 21 de diciembre acusado de ser cómplice en un asunto de tráfico de armas. Su libertad tiene un precio: cinco millones de francos (125 de pesetas) de fianza. Y va acompañada de retirada de pasaporte, la obligación de acudir una vez a la semana a una comisaría y la promesa de no entrar en contacto con ningún otro de los implicados.
Los datos manejados por el juez instructor Philippe Courroye demostrarían que el hijo del presidente habría aprovechado su influencia y contactos en África, conseguidos al amparo del palacio del Elíseo, para intervenir como intermediario en una venta de armas rusas con destino a Angola por valor de 500 millones de dólares. Jean-Christophe Mitterrand habría obtenido por su mediación 13 millones de francos, hoy depositados en un banco suizo pero, según el acusado, esa comisión tendría otro origen, de carácter casi humanitario, es decir, de intercambio de petróleo por alimentos. El juez ha pedido a las autoridades suizas que bloqueen dichas cuentas. Para la fiscalía la demanda está justificada, así como también lo estaba el prolongar la prisión.
El abogado del hijo de Mitterrand, el letrado Jean-Pierre Versini Campinchi, intenta desligar las actividades de su defendido de las de los demás acusados, sobre todo de las de Pierre Falcone, conocido traficante de armas, principal socio de Brenco International, la siglas francesas tras las que se oculta un complicado tráfico en el que las armas y el petróleo llevan a una sociedad financiera francesa a ayudar a que Brenco le pueda comprar a Angola la deuda que tenía con Rusia. 'En este caso', dice Versini, 'no hay delito pues quien hubiera debido querellarse es el Estado de Angola y no lo ha hecho; de haberlo, no se sabe en qué concierne a las autoridades francesas'. El argumento legal relativo a un defecto de procedimiento es más interesante pues pretende que uno de los documentos utilizados por el juez Courroye para procesar a Jean-Christophe Mitterrand ha sido manipulado, fechándose a posteriori para que sirviera a la obsesión del juez que, según Versini, no es otra que 'meter a un Mitterrand en chirona'.
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