La 'ciudad' experimental de la automoción de Navarra estará operativa en 2003

Algunas de sus pistas de pruebas se asemejarán mucho a un moderno circuito de automovilismo al aire libre. Otras serán laboratorios de ensayo, pero todas formarán parte del Centro Navarro de Automoción, una ciudad experimental al servicio de empresas del sector que comenzará a construirse durante el primer semestre de este año con un presupuesto de 2.000 millones de pesetas.

Volkswagen, la empresa que con 5.000 empleados es la de mayor plantilla de la comunidad, tira con enorme fuerza del carro económico foral alimentado por una pléyade de industrias suministradoras que configuran una parcela económica sin parangón en Navarra. Este monocultivo industrial ha llegado a preocupar en ciertos momentos a las autoridades políticas locales por su excesiva dependencia de las fluctuaciones de un mercado sujeto a los avatares del precio del petróleo.

No obstante, para mejorar el desarrollo de los nuevos prototipos y disponer de un verdadero terreno de investigación y desarrollo, la Agencia de la Innovación, impulsora del Plan Tecnológico de Navarra, ha promovido la construcción de una ciudad del automóvil. El consorcio germano y el Gobierno de Navarra aportarán los terrenos.

Las instalaciones, que costarán unos 2.000 millones de pesetas, comenzarán a construirse este trimestre. Junto a la factoría de Volkswagen, en el polígono industrial de Landaben, se crearán cuatro pistas de pruebas, dominadas por una moderna torre de control. En el Sadar, junto a la Universidad Pública de Navarra, se situarán las naves con los laboratorios de ensayos e ingeniería asistida por ordenador. Los promotores esperan que las primeras pruebas de investigación y desarrollo aplicado puedan comenzar a realizarse el próximo año.

El consorcio germano, que posee un parque de proveedores en el que se han instalado firmas que trabajan bajo el sistema just in time, ha cedido 137.000 metros cuadrados junto a sus instalaciones para construir unas pistas que estarán abiertas a todas las empresas que lo soliciten.

Las instalaciones punteras serán las pistas de velocidad, con dos rectas de 500 metros y dos circuitos en curva para experimentar con direcciones, frenos y cajas de cambios a una velocidad de hasta 160 kilómetros por hora.

La segunda instalación tendrá como objetivo las pruebas de ruido, vibraciones y confort. La tercera dispondrá de una plataforma dinámica para pruebas de frenado y ruidos y en la cuarta se instalará una rampa de ensayos. En cada una de estas instalaciones habrá boxes destinados al control de las pruebas por parte de los ingenieros de las empresas. El polígono contará, asimismo, con diferentes tramos de pavimentos y ondulaciones de brea.

Respecto a los laboratorios de ensayo, una gran nave dotada con puentes grúa servirá para la realización de ensayos de durabilidad y fatiga de distintos componentes y en variadas condiciones de temperatura y humedad, entre otras pruebas. Algunos de los equipos de pruebas y de ingeniería asistida por ordenador serán pioneros en España, según señaló Gerardo Fernández, director de proyectos de la Agencia de la Innovación, a los responsables de las empresas del sector durante al presentar el proyecto, que se prevé que esté operativo en 2003.

Las investigaciones se centrarán en la mejora e innovación del chasis (ejes, suspensiones, dirección y frenos), escapes y asientos de vehículos, que son los elementos en los que se centra la producción de las industrias. La UPNA formará a la mayoría de los 25 profesionales (ingenieros industriales, de telecomunicaciones y técnicos de FP II) de la plantilla.

Un patronato en el que estén las empresas y el Ejecutivo gestionará el centro. Éste se autofinanciará a medio plazo, según estiman sus promotores.