Encuentros inesperados
En el 2001 el PSOE e Izquierda Unida van a encontrarse más veces con posturas comunes de lo que lo habían hecho hasta ahora. Ambos grupos coinciden en situar el maltrato a las mujeres como una de los principales cuestiones sobre los que urge tomar medidas. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, sostiene que ése fue uno de los grandes problemas que el Rey Juan Carlos olvidó reseñar en su discurso de Nochebuena. ¿Y si el PP no accede a aprobar ninguna de sus propuestas? Entonces, según Llamazares, siempre les quedará la palabra. "Los ciudadanos se enterarán entonces de que, detrás de tantas promesas, el PP no toma ninguna decisión relevante: ni fiscalías especiales, ni nada".En cuanto a la Ley de Extranjería, Izquierda Unida intentará convencer al PSOE para conseguir la firma de 50 diputados entre ambos grupos y llevar la ley ante el Tribunal Constitucional.
En la esperada reforma laboral, ambos partidos están a la espera de lo que acuerden o dejen de acordar los sindicatos con los empresarios. Pero Jordi Sevilla, responsable del PSOE en temas económicos, se muestra muy escéptico: "Aznar quiere pasar a la historia por haber hecho una reforma que hace 20 años que está pendiente. Han acumulado suficiente capital político de pacto y consenso en la legislatura pasada para que una confrontación no les deteriore demasiado. Y creen que nos coloca en una situación complicada: o estamos con el Gobierno en la reforma laboral o con los sindicatos, alejándonos de los votos del centro".
En lo que respecta a la reforma de la enseñanza, ambas agrupaciones coinciden en oponerse frontalmente a los planes del PP para reformar la Formación Profesional.
En un punto difieren claramente: mientras el PSOE pactó con el PP unas premisas básicas, Izquierda Unida pretende llevar al Parlamento el debate sobre el terrorismo.
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