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Los profesores del Ballester Gozalvo de Valencia denuncian la "continua degradación presupuestaria"

"Para muestra, un botón", sentencia la sabiduría popular. La revisión de los ingresos que la Consejería de Educación trasfiere para gastos de funcionamiento al instituto de Enseñanza Secundaria Ballester Gozalvo de Valencia muestra de manera gráfica el recorte que han sufrido en general los centros públicos en el último quinquenio de Gobierno popular. Ésta denuncia ha sido formulada por los profesores del Ballester Gozalvo, un instituto situado en el distrito 15 de la ciudad de Valencia, en el barrio de Rascanya que tien siete centros escolares públicos que atienden al 59% de los niños y jóvenes de esa zona popular donde residen 15.400 familias en su mayoría obreras con niveles adquisitivos medios y bajos.

"Los profesores del IES Ballester Gozalvo denunciamos la continua degradación de la enseñanza pública y reclamamos un aumento de la dotación presupuestaria, que suponga al menos el 6% del PIB, para homologar la situación de la red pública con la del resto de países de la Unión Europea", reza el acuerdo de los docentes. Según las tablas comparativas de los ingresos que recibía este instituto desde 1992 hasta el año 2000, el centro ha pasado de recibir 7,2 millones de pesetas de las de hace ocho años, a los 6,5 millones que recibió de presupuesto el año pasado, habiendo tenido un recorte de 2 millones durante 1996 y 1997, que dejó la subvención en 5 millones. Mientras, la subida de los precios de los suministros (electricidad, luz, agua, fotocopiadoras, material de oficina, teléfono, papelería, etcétera) ha sido notoria: lo que en 1992 costaba 1,9 millones, ahora vale 3,4 millones.

Esto significa que en una década, mientras el presupuesto para gastos de funcionamiento de este instituto han sufrido un recorte real del 10%, los precios de los suministros se han encarecido un 72%.

Pero, además, el análisis de los ingresos anuales recibidos demuestra que el Gobierno socialista mantuvo el nivel deltransferencias al centro entre 7,5 y 7 millones, desde que se implantó la LOGSE en 1992 hasta que salió de la Generalitat en 1995. Sin embargo, la llegada del PP al Consell supuso en su primer año de gobierno un recorte drástico de dos millones, pasando a recibir en el año 1996 5,6 millones para hacer frente a los pagos de suministros que por aquel entonces se habían encarecido ya un 30%.

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