La ONU lamenta la falta de apoyo a la lucha contra la desertización

Críticas a los países ricos

La IV Conferencia de la ONU contra la Desertización finalizó en la noche del viernes sin adoptar ninguna decisión para la luha contra este fenómeno de degradación de la tierra que afecta a más de un centenar de naciones del mundo. "Las diferencias entre el norte y el sur han obstaculizado las negociaciones acerca del camino a seguir contra la progresiva desertización mundial", dijo el director del Secretariado de la ONU contra la Desertización, Hamma Arba Diallo, al clausurar la conferencia en la que han participado cerca de 2.000 delegados, procedentes de 170 países y organizaciones no gubernamentales."La Convención no tiene el apoyo que precisa" declaró Diallo al reflejar la decepción generalizada entre los representantes de los países afectados o amenazados por el fenómeno. Para éstos, la conferencia de Bonn ha puesto en evidencia que la lucha contra la sequía es un factor "secundario" para el mundo industrializado y que la Convención contra la Desertización, nacida como apéndice de la Cumbre Climática de Río de 1992, es un acuerdo "de segunda categoría".

"A pesar de los importantes esfuerzos desarrollados por todos los participantes, no se ha logrado movilizar ni una financiación adecuada ni otro tipo de recursos impidiendo con ello a los países en desarrollo cumplir con sus compromisos" dijo Diallo. "Esperamos un mayor compromiso por parte de la comunidad internacional. Hemos oído muchas declaraciones positivas y creo que hay voluntad política pero ahora confiamos en que esta buena voluntad se traduzca en acciones concretas", añadió.

Los países afectados por la desertización aspiran a que se concrete un plan para financiar la aplicación de la Convención, que entró en vigor en 1996. Para ello consideran necesario que se abra un fondo propio dentro del Global Environement Facility (GEF), creado en 1990 entre el Programa de Ayuda al Desarrollo de la ONU y el Banco Mundial.Sin embargo, hasta ahora sólo han obtenido compromisos vagos y aplazamientos por parte de los países más industrializados. Algo más optimista, la ministra alemana de Ayuda al Desarrollo, Heidemarie Wieczoreck-Zeul afirmó que la conferencia había mostrado que, pese a todos los obstáculos, la aplicación de la Convención "se encuentra en el buen camino". La ministra apuntó que los debates de estos quince días han marcado el rumbo a seguir por la comunidad internacional para que "se apuren las posibilidades" de financiación de los proyectos contra la desertización.

La erosión del suelo y el avance de los desiertos a costa de terrenos cultivables afecta ya a la subsistencia de más de mil millones de personas y son la causa que obliga cada año a abandonar su hogar a unos 135 millones de afectados.