Navarra firmará una prórroga del polígono de Bardenas si Defensa acepta cerrarlo a plazo fijo

Navarra firmará un nuevo contrato de uso del polígono de tiro de Bardenas Reales con el Ministerio de Defensa si la propiedad de los terrenos revierte a la Comunidad foral y el Gobierno central se compromete a fijar una fecha fija para el cierre definitivo del campo de tiro. Así lo ha indicado el presidente de Navarra, Miguel Sanz, quien ha asumido las condiciones establecidos para la negociación por PSN y CDN. Estos dos partidos no se niegan a hablar con Defensa sobre una prórroga para el uso de Bardenas, si incluye una fecha concreta para su desmantelamiento.

Gayarre niega el acuerdo

Socialistas y CDN reclaman que la continuidad de las prácticas de tiro y bombardeo aéreo no quede condicionada a la existencia de polígono alternativo, como sugiere Defensa, sino a su cierre a un plazo fijo que podría oscilar entre los ocho y los diez años. Mientras tanto, el Parlamento de Navarra ha decidido, plantar cara al Ministerio de Defensa y ha aprobado la integración del polígono de tiro en el parque natural que lo rodea, creado en 1999, y que la Unesco ha catalogado como nueva reserva de la biosfera. A pesar de considerar "casi imposible" el desmantelamiento del polígono al término de la vigencia del actual contrato de arrendamiento, el 9 de junio de 2001, los partidos navarros que propugnan su desaparición inmediata, todos excepto UPN, están dispuestos a que el contencioso sea dirimido, si es preciso, en el propio Tribunal Constitucional. El pasado 1 de diciembre, el Gobierno central aprobñó un real decreto que califica de "interés para la defensa nacional" el campo de tiro de Bardenas. La medida, considerada un "insulto" al autogobierno por los socialistas y el resto de la oposición, fue interpretada como una amenaza previa a la expropiación forzosa de los usos del Bardenas.

La asesoría jurídica de Defensa conocía ya de antemano que la Cámara navarra tramitaba la extensión de la cobertura jurídica del parque natural a los terrenos del polígono, 2.242 hectáreas, y decidió adelantarse con un pronunciamiento en virtud del cual no cabe en la zona ninguna actividad distinta a la militar, a pesar de las iniciativas legislativas que Navarra pudiera desarrollar. No obstante, el Parlamento navarro ha decidido proteger el campo de tiro con la consideración legal de parque natural desde el día siguiente de que termine el contrato de arrendamiento, vigente desde hace cincuenta años. El Tribunal Constitucional (TC) ya ha definido que las competencias de las comunidades autónomas, aunque sean exclusivas como es el caso del medio ambiente en Navarra, no pueden ejercerse en términos que invadan o menoscaben las competencias estatales.

Al margen de la confrontación legal que podría generarse si el abogado del Estado recurre ante el TC el acuerdo parlamentario, el Gobierno de Navarra y el propio presidente de la Junta de Bardenas, el parlamentario de UPN José Antonio Gayarre, han desmentido que exista ya un acuerdo firme con Defensa sobre un nuevo contrato. Existe, no obstante, un preacuerdo verbal vinculado al aumento del canon económico que reciben ahora los 22 pueblos congozantes (de 75 a 225 millones) y condicionado a que Defensa encuentre un emplazamiento alternativo para las prácticas aéreas del Ejército del Aire.El presidente navarro, Miguel Sanz, ha señalado que la negociación con Defensa, iniciada el pasado verano por la Junta de Bardenas, será transferida a una comisión mixta creada por iniciativa del PSN. En ella el Gobierno de Navarra defenderá la firma de un nuevo contrato con fecha fija de caducidad, compensaciones a los pueblos afectados y la recuperación del dominio directo de los terrenos del polígono, ahora propiedad del Estado.

La comparecencia, ayer, del presidente de la Junta de Bardenas, José Antonio Gayarre, ante la Comisión parlamentaria de Régimen Foral, para explicar en qué términos se ha negociado con el ministro de Defensa, Federico Trillo, el futuro del polígono, resultó sumamente tensa y estuvo plagada de incidentes. Tras un turno de palabra en el que el secretario general del PSN, Juan José Lizarbe, realizó una dura crítica de la actuación de Gayarre, acusándole de ser un "cómplice" del ministerio para perpetuar el campo de tiro, éste le respondió acaloradamente calificándolo de "terrorista político". Pese a ser llamado al orden, Gayarre volvió a descalificar a Lizarbe y tachó de "puro espectáculo" la oposición socialista al campo de tiro.