Cuatro muertos en la protesta del último viernes de Ramadán

Cuatro palestinos murieron ayer en Cisjordania y Gaza, y una colona israelí resultó gravemente herida, con ocasión de una jornada especial de lucha convocada por 13 organizaciones islamistas y nacionalistas palestinas, para conmemorar el último viernes del mes sagrado del Ramadán y la Noche del Destino, en la que Alá reveló el Corán a su profeta Mahoma.Millares de soldados fueron puestos ayer en situación de alerta, especialmente en los accesos de Jerusalén, para tratar de impedir que los fieles musulmanes pudieran acercarse a la mezquita de Al Aqsa. Los filtros policiales israelíes lograron parar a duras penas la avalancha, pero recibieron a cambio el ataque inesperado a pleno día de la guerrilla palestina, que los acosó en el control de A-Ram, el último antes de llegar a la Ciudad Santa, en la parte oriental de Jerusalén.

La ofensiva de la Intifada palestina logró, además, ayer en plena jornada de lucha colocar uno de sus comandos suicidas en el interior del restaurante de un asentamiento cercano a Jericó, en el valle del Jordán. En el ataque fue gravemente herida una colona judía del enclave de Mehola, a la que inicialmente se dio por muerta. La noticia del atentado fue acogida por gritos de jubilo de la comunidad palestina; "¡Mabruk!" (¡Felicidades!), gritaban en Ramala mientras disparaban al aire al escuchar la noticia del atentado en la emisora La Voz de Palestina.

La jornada de lucha alcanzó también los campos de refugiados de Siria y Líbano, especialmente en Tiro, donde millares de personas salieron a la calle para solidarizarse con los luchadores de la Intifada. El movimineto islamista de Hezbolá lanzó a la misma hora a sus juventudes a manifestarse ante la frontera internacional de Israel. En los barrios shiíes del sur de Beirut llegó a concentrar a 100.000 simpatizantes. Era el prólogo de una gran movilización internacional que en todo el mundo árabe se está preparando para los próximos días.

Los últimos balances oficiosos aseguran que la Intifada cruzó ayer la cifra de los 350 muertos, exactamente 356, de los que 302 son palestinos, 40 israelíes, 13 árabes israelíes y un alemán.