El problema de los refugiados ensombrece las negociaciones
El coste del refugio
El problema de los más de cuatro millones de refugiados palestinos ensombrece las negociaciones de paz que se reanudan hoy en Washington y amenaza con convertirse en uno de los principales obstáculos del cónclave, al que las partes acuden sumidas en el escepticismo y la desconfianza. Israel ya ha anunciado que se opone al retorno de los refugiados a su país de origen y ofrece como contrapartida generosas compensaciones económicas para que permanezcan en las naciones de acogida. Pero al mismo tiempo los negociadores israelíes tratan de ofrecer al Gobierno de Yasir Arafat un trueque: la administración de la Explanada de las Mezquitas a cambio de no insistir en el retorno de los refugiados o, en el peor de los casos, pactar el retorno de una minoría simbólica.La oferta ha provocado ya la indignación de la mayoría de los partidos palestinos, especialmente el fundamentalista Hamás, que alertó ayer de que en esta nueva ronda de negociaciones Arafat y Barak podrían "asesinar el derecho al retorno" de más de cuatro millones de personas. La maniobra israelí ha sido también criticada por los países vecinos, especialmente Líbano y Jordania, que albergan los campos de refugiados palestinos y desean por todos los medios deshacerse de ellos, ya que suponen en la mayoría de las ocasiones un factor de desestabilización política y una carga económica.
El Gobierno de Jordania recordaba ayer que el mantenimiento de los refugiados palestinos -más de un millón y medio- cuesta al erario más de 350 millones de dólares (unos 65.000 millones de pesetas) anuales. Una queja similar hizo la Administración libanesa, en cuyo país viven 350.000 palestinos distribuidos en 12 campos. El Gobierno de Beirut aseguró una vez más que no está dispuesto a aceptar la política de hechos consumados y proceder a darles la nacionalidad libanesa."Sabemos que Israel está dispuesto a hacer concesiones importantes sobre Jerusalén y los asentamientos a cambio de que los palestinos acepten posponer esta cuestión de los refugiados y su derecho al retorno", dijo el presidente libanés, Emile Lahud. El presidente denunció las presiones internacionales sobre Líbano y Siria para que acojan definitivamente a quienes huyeron de las guerras de 1948 y 1967.
Los inconvenientes que tienen israelíes y palestinos para resolver el problema de los refugiados son sólo un botón de muestra de las dificultades que afrontan ambas partes para llegar a un acuerdo total, con el agravante de que desean concluir las negociaciones en un plazo récord de cuatro semanas, antes de que el próximo 20 de enero el presidente de EE UU, Bill Clinton, abandone la Casa Blanca.
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