La policía desactiva una potente bomba de ETA en la Universidad del País Vasco
La policía vasca desactivó ayer una bomba con 3,5 kilos de dinamita colocada en un ascensor de la Facultad de Periodismo de la Universidad del País Vasco (UPV) en Leioa, Vizcaya. Profesores y alumnos utilizaron el elevador durante media hora sin sospechar del paquete colocado en un rincón del ascensor. Una escolta de una profesora de la facultad intuyó el peligro y alertó a la Ertzaintza, que procedió a desactivar el explosivo. "Me gustaría oír al lehendakari decir que va a poner todos los medios para detener a los autores de este atentado", declaró el rector de la UPV, Manuel Montero.
Faltaban cinco minutos para las 10 de la mañana cuando una de las profesoras de la UPV amenazadas por la banda terrorista, y que acuden a dar clases a la universidad con guardaespaldas, se disponía a entrar en uno de los dos ascensores del edificio de Ciencias Sociales y de la Comunicación para subir hasta su despacho, pero su escolta se lo impidió al sospechar de un paquete blanco colocado en el rincón izquierdo del ascensor, junto a la puerta. La intuición del escolta impidió que los tres kilos y medio de dinamita -similar a la robada por la banda terrorista en Bretaña- estallaran causando una matanza. En el último atentado mortal perpetrado en Viladecavalls, Barcelona, ETA utilizó entre 750 gramos y un kilo de explosivo.El edificio elegido por ETA fue construido a principios de los años 80 y está repleto, al igual que los edificios circundantes, de enormes ventanales cuyos cristales hubieran estallado al detonar el artefacto, causando una decena de muertos, "sin contar a las personas que viajaran en el ascensor", señalaron fuentes de la universidad tras hablar con los artificieros de Ertzaintza, que neutralizaron la bomba con un robot y perros adiestrados.
"El explosivo tenía una enorme capacidad de matar y de realizar destrozos incalculables", declaró el rector de la universidad, Manuel Montero, quien calificó el atentado de "auténtica salvajada". A esas horas de la mañana hay unas 400 personas dentro del edificio. Montero, que compareció ante los medios rodeado de una decena de vicerrectores y profesores, destacó que le gustaría "oír al lehendakari decir que va a hacer todo lo posible por detener a los autores del atentado". Como respuesta, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, anunciaba que la Ertzaintza está investigando estos hechos con el objetivo de detener a los autores.
Ascensor inutilizado
La Facultad de Ciencias de la Comunicación donde ETA colocó la bomba cuenta con dos ascensores, pero uno de ellos ayer estaba inutilizado intencionadamente, según aseguró el decano de Periodismo, José Manuel Susperregui. Numerosos profesores y alumnos utilizaron al menos durante media hora el único ascensor que funcionaba sin sospechar del paquete blanco, similar a un paquete de folios.Entre los viajeros del ascensor donde ETA había planeado su matanza están el ex decano de Periodismo, José Antonio Mingolarra; el reciente premio de ensayo de Euskaltzaindia, Patxi Juaristi, y Francisco Llera, director del Euskobarómetro, quienes como muchos otros profesores de las facultades de Ciencias de la Comunicación y Políticas tienen sus despachos en la última planta del edificio. Llera declaraba a Efe que tomó el ascensor a las 9.30 y vio el paquete, pero no le infundió sospechas, ya que pensó que se trataba de una caja que alguien había dejado olvidada.
La profesora cuya escolta localizó el artefacto y permitió su desactivación comentó: "Yo no hubiera sospechado del paquete y hubiera pulsado el botón del segundo piso , porque tenía la típica forma de un sobre del departamento. Saben que miramos el coche, saben que tenemos cuidado y lo tienen que intentar como sea".
Durante la mañana se comentaba en la universidad que el artefacto explosivo estaba dotado de un sistema de activación con mando a distancia y que iba dirigido contra una de las dos profesoras socialistas amenazadas, extremos que el Departamento de Interior del Gobierno vasco no había confirmado anoche. La ubicación de los ascensores, situados frente a la puerta de entrada del edificio, y las enormes cristaleras del mismo, que permiten que desde el exterior se controle fácilmente el acceso a los ascensores, refuerzan esta hipótesis.
La última acción macabra de ETA provocó una oleada de condena de todos los partidos -con la habitual excepción de EH-, del Consejo de Estudiantes de la UPV, Gesto por la Paz y sindicatos. La Ejecutiva del PNV emitió un comunicado en el que califica el atentado de "totalitario" y "contra las libertades individuales". La Junta de Gobierno de la universidad ha convocado para hoy un paro entre las 11 y 12 en los campus de Leioa, San Sebastián y Vitoria.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Declaraciones prensa
- Manuel Montero
- Libertad prensa
- Atentados fallidos
- Comunidades autónomas
- Profesorado
- Atentados terroristas
- Administración autonómica
- Política educativa
- Comunidad educativa
- Periodismo
- Educación superior
- País Vasco
- ETA
- Gente
- Sistema educativo
- España
- Grupos terroristas
- Administración pública
- Terrorismo
- Educación
- Medios comunicación
- Sociedad
- Comunicación