Jóvenes, mujeres y empresarias
En la Comunidad existen 74.000 mujeres que han creado y dirigen su propio negocio
Isabel trabaja desde hace 20 años en una asesoría junto a 15 compañeros, la mitad de ellos, mujeres. A pesar de su experiencia, cobra unas 80.000 pesetas menos que sus colegas varones en el mismo puesto. "Trabajamos para ellos. Para suplir sus deficiencias", explica. Esto, unido a que sus posibilidades de ascenso son "cero", la han decidido a montar dos empresas, una asesoría y una academia, de las que espera vivir en un año y medio. "No hay solución, porque por mucho que trabajes y hagas, nunca se te reconoce", sentencia.El caso de Isabel no es aislado. La vicepresidenta de la Federación de mujeres empresarias (Femecova), Mercedes Delgado, explica que cada vez son más las mujeres que buscan en el autoempleo una salida laboral, unas veces por insatisfacción en sus empleos y otras como salida al terminar sus estudios. El año pasado unas 950 mujeres solicitaron información a Femecova para crear empresas. Un 15% puso finalmente su negocio en marcha. En 1998 fueron unas 300.
Inmaculada Herrera estuvo tres años pensando en una opción viable para autoemplearse, hasta que hace unos meses decidió dejar su trabajo de guardia de seguridad y abrir Canyes Noves, una empresa dedicada a la fabricación de cañas para clarinetes. Montar una tienda de Todo a 100 no le parecía una buena apuesta, así que se decidió por un negocio que conoce bien gracias a la tradición familiar. La firma es la única en España que fabricará este tipo de piezas y Canyes Noves lanzará su primera producción este mes. Su propietaria prevé fabricar 20.000 cañas cada mes y facturar 25 millones de pesetas en un año. Herrera ha sido distinguida por Bancaixa con el premio Jóvenes Emprendedores.
En la Comunidad hay unas 74.000 empresarias frente a unos 192.000 empresarios, según datos de la Encuesta de Población Activa.En 1991 había unas 55.000. La Comunidad era, en cifras de 1998, la cuarto autonomía en número de empresarias, por detrás de Cataluña, Galicia y Andalucía. En esta cifra, la federación incluye a propietarias, copropietarias, socias o accionistas de empresas; a mujeres en cargos directivos o de gerencia con responsabilidad y capacidad de decisión. Por edades, el mayor número de empresarias tienen entre 40 y 49 años, aunque la cifra está creciendo rápido en las jóvenes de entre 20 y 34. En cuanto al nivel educativo, éste varía desde los estudios primarios a la formación universitaria.
Femecova cuenta con 3.000 asociadas. En el perfil de empresas que componen la federación, el 30% son autónomas o propietarias sin trabajadores, otro 20% son autónomas con uno o dos trabajadores, y otro 20% son sociedades limitadas con dos empleados. Un 15% de las empresas tienen más de dos trabajadores y sólo el 5% emplea a más de 10 personas.
En este pequeño porcentaje se encuentra Desiree, una empresa de estética que cuenta con dos locales y emplea a 24 personas, en su mayoría mujeres. El negocio lo inició Merche Correcher en los años 60 y lo han continuado sus tres hijas. Desiree ofrece cursos de formación "muy adaptados a jóvenes que luego quieran abrir su negocio", explica Pilar Correcher. "Incluso hay varias promociones de mujeres inmigrantes, que cuando terminan su curso vuelven a trabajar a su país".
La mayor parte de las empresarias valencianas trabajan en el sector servicios y en el comercio. El comercio al pormenor es la actividad más frecuente de las empresarias, con o sin asalariados.
Delgado recuerda que la mujer sigue encontrando más dificultades que el hombre a la hora de los ascensos. Es el llamado "techo de cristal", recientemente rebautizado como "laberinto de cristal" por la dificultad de los obstáculos. En esta opinión redunda el informe Employment in Europe 1999, que recoge el libro Mujeres directivas: Promoción Profesional en España y el Reino Unido, de la Universidad de Valencia y el Institut de la Dona. El informe subraya las dificultades de la mujeres para "avanzar en sus carreras profesionales, al menos por lo que se refiere a los salarios". Y es que a pesar de que han habido cambios profundos en el mercado laboral, Delgado insiste en que aún hay "estereotipos muy marcados y concepciones estúpidas y absurdas" sobre la mujer y su capacidad.
Delgado lamenta los reparos de muchos empresarios a contratarlas para cargos de responsabilidad. Este recelo se extiende, en ocasiones, a los clientes, explica Victoria, empresaria de 34 años, "que se sienten más seguros de los que les dice un hombre". A esta situación hay que añadir la propia limitación que a menudo se imponen las mujeres.
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