Salarios que se disparan

Los empresarios de Jaén prefieren contratar a temporeros andaluces. Sólo recurren a la mano de obra extranjera cuando no encuentran de donde tirar y son muy pocos los que se animan a dar trabajo a los que llegan sin papeles por el miedo a las posibles sanciones si son descubiertos.Ese interés por contratar dentro incluso en los propios municipios de los que son naturales los empresarios ha llevado a que este año se paguen jornales por encima de lo establecido en el convenio colectivo. Un vareador este año tendría que cobrar un salario diario de 5.294 pesetas, pero se están pagando hasta más de 8.000 pesetas. Agustín Rodríguez, de UPA, y Luis Carlos Valero, de Asaja, advierten de que es la oferta y la demanda la que está motivando esta situación atípica hasta el momento.

Contratar jornaleros locales evita tener que dar alojamiento y supone la ventaja añadida de que son personas que conocen la tarea que tendrán que realizar. Y eso se paga porque cada vez hay menos. Trabajadores del campo de Granada o Sevilla que otras campañas se han desplazado hasta Jaén durante el invierno están cambiando ese trabajo por el temporal que se ofrece en la costa en la hostelería o en la construcción.

Los inmigrantes son los que están dispuestos a trabajar en el campo, pero este año se han desplazado a la campaña de la aceituna más personas sin permisos necesarios para ser contratados que legales con toda la documentación en regla. La denuncia la han realizado desde UGT y Comisiones Obreras, que ven impotentes cómo se buscan trabajadores mientras hay mano de obra dispuesta a acudir al tajo sin poder hacerlo.

En contra de los inmigrantes juega el que desconozcan las tareas de la aceituna. "Pero eso se aprende pronto. Muchos jornaleros vienen de otros años y no son especialistas de nada".