Hamás congrega a 30.000 seguidores en su aniversario, pese al estricto control israelí

El movimiento islamista Hamás protagonizó ayer un golpe de fuerza espectacular en Gaza al lograr reunir, en un estadio local, a más de 30.000 militantes, con los que celebró el 13º aniversario de su fundación, a pesar de las medidas restrictivas impuestas por el Ejército israelí. Éste ha dividido la franja en seis zonas estancas y teóricamente incomunicadas. La reunión estuvo presidida por Salah Shehade, el fundador del ejército clandestino de Hamás, las Brigadas Ezedín al Qasem, quien, desde el estrado, aseguró que "el enemigo sionista había abierto las puertas de su infierno" y que la entrevista entre Shlomo Ben Ami y el presidente Yasir Arafat de la noche anterior "no iba a cambiar las cosas".

El despliegue de fuerza de Hamás es una respuesta directa a las tropas israelíes, que el día anterior habían logrado detener a un grupo de militantes de la organización y que en las últimas semanas han logrado acabar acon la vida de algunos de los responsables de esa milicia, entre ellos Ibrahim Bani Audi, a quien colocaron una bomba en su coche.

Hamás, que jugó un papel motor en la primera Intifada (1987- 1993), se ha visto relegado en esta revuelta a un papel de comparsa de Al Fatah, el partido gubernamental, verdadero responsable y dirigente del alzamiento contra los israelíes.