Clinton pide a los líderes del Ulster que defiendan la reconciliación

El presidente de EE UU, Bill Clinton, urgió ayer al pueblo norirlandés, a sus políticos y a los grupos armados, a apuntalar el proyecto de reconstrucción y reforma política porque, dijo en Belfast, "la paz en Irlanda del Norte es importante para el resto del mundo". Clinton reconoció los obstáculos pendientes en el proceso de paz y se mostró convencido de la genuina voluntad de los dirigentes de ambas comunidades en resolverlos. Clinton habló con pasión, e incluso con humor, ante una audiencia de 8.000 personas, que se acercó ayer al nuevo pabellón polideportivo de Belfast, uno de los símbolos arquitectónicos de los dividendos de la paz relativa que disfruta Irlanda del Norte desde el arranque del proceso, hace más de ocho años. "La paz", dijo el presidente, "no es un deporte de espectadores. Los enemigos de la paz no necesitan vuestra aprobación, sólo necesitan vuestra apatía".

"Yo creo que en la paz que estáis construyendo", continuó para volcar después el peso del éxito del proceso en las comunidades y líderes políticos de Irlanda del Norte. "Debéis decidir si ofrecéis a vuestros hijos vuestros viejos métodos o un nuevo futuro". Horas antes, en un encuentro con los líderes políticos, que compartió con el primer ministro británico, Tony Blair, comprobó la distancia que separa la visión de unionistas, nacionalistas y republicanos en la aplicación del Acuerdo de Viernes Santo, ratificado en referéndum en 1998. "El demonio está en los detalles", dijo tras reconocer que la aplicación del acuerdo está resultando más complicada que su negociación.