El 74% de los fumadores apoya la creación de zonas libres de tabaco en los restaurantes de Andalucía

Los andaluces, fumadores o no, muestran un grado de tolerancia respecto a las personas dependientes del tabaco superior al del conjunto estatal. La encuesta sobre cortesía y tolerancia, que realizó en octubre la empresa Data para el Club de Fumadores por la Tolerancia, recoge que el 74% de los propios fumadores andaluces son partidarios de que los restaurantes creen zonas diferenciadas con espacios libres de nicotina para los no fumadores. Con los bares, sin embargo, las opiniones difieren. El 51% de los fumadores entrevistados cree que también deberían dividirse las áreas en el interior de los bares, pero un porcentaje alto (el 38%) sostiene que en estos establecimientos debe autorizarse que se fume sin restricciones. Es llamativo, sin embargo, el porcentaje de fumadores que apoyaría que se prohibiese por completo que se consumiese tabaco en los bares de Andalucía: el 11%.

El parecer sobre las normas que deben imperar en los centros de trabajo cambia notablemente. Para la mayoría de los andaluces, igual que ocurre con el resto de españoles, basta con que los trabajadores pacten las condiciones entre los dos colectivos. El 53% de los andaluces propone que se separen por áreas los espacios en los lugares de trabajo, pero el 78% no cree necesario que se prohiba el consumo de tabaco. Los fumadores, sin embargo, coinciden con los no fumadores en apoyar las completas restricciones del consumo en algunos lugares públicos, como los centros de salud y hospitales, los transportes públicos o los centros educativos.

Los datos de la encuesta, presentados ayer en Sevilla por el Club de Fumadores por la Tolerancia, reflejan también el rechazo de los andaluces hacia las medidas antitabaco adoptadas en Estados Unidos, especialmente restrictivas. Sólo el 29% de los entrevistados apoyaría su implantación en España, frente al 35% que se opone rotundamente.

El estudio examina igualmente el grado de tolerancia de los andaluces. En relación con los consumidores de tabaco, el 91% de los no fumadores sostiene que nunca rechaza a quienes fuman. Un porcentaje que se ha incrementado desde 1994, que era del 75%. De igual modo, los fumadores andaluces se sienten menos menospreciados ahora que hace seis años: del 67% que señalaba que nunca notaba rechazo por su hábito en 1996 se ha crecido hasta el 73%.

A la hora de analizar la cortesía y la tolerancia recíprocas, ambos colectivos se describen a sí mismos como respetuosos y comprensivos. El 96% de los fumadores asegura que reacciona cortésmente cuando alguien le pide que apague el cigarrillo. Hace seis años, el porcentaje era del 93%. Por su parte, el 93% de los no fumadores se considera bastante o muy tolerante con los derechos de los fumadores, frente al 65% de 1996. Sólo un 18% de los no fumadores andaluces pide a menudo que se evite fumar.