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EL 'CASO GUSINSKI'

La policía detiene en Cádiz al empresario ruso de la comunicación Vladímir Gusinski

El magnate ruso de la comunicación Vladímir Gusinski fue detenido en la madrugada de ayer en su mansión de Sotogrande (San Roque, Cádiz), a la que acababa de llegar desde Gibraltar. Cuatro policías españoles arrestaron al magnate en cumplimiento de una orden internacional de detención dictada por la justicia rusa y tramitada por Interpol. El juez Baltasar Garzón ordenó su prisión incondicional en la cárcel de Soto del Real (Madrid). La Fiscalía General de Rusia imputa al considerado como el enemigo número uno de Vladímir Putin un delito de estafa agravada de 40.000 millones de pesetas.

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"Están ustedes cometiendo un error. No saben quién soy yo; soy amigo de Bill Clinton", dijo Gusinsky a los cuatro policías de la comisaría de La Línea de la Concepción (Cádiz), que acudieron a su casa a detenerle exactamente a las 0.10 de ayer. El empresario, de nacionalidad ruso-israelí, acababa de llegar del cercano Peñón de Gibraltar, donde supuestamente habría aterrizado en un vuelo procedente de Londres.Los policías llevaban en la mano la orden de detención internacional expedida el 13 de noviembre por el fiscal general adjunto V. V. Kolmogorov en relación al caso criminal 18/191736-00, en la que Rusia solicitaba formalmente a todos los países de Interpol que hicieran todas las gestiones posibles para su detención y extradición. La orden indicaba que el magnate podría estar en España, Reino Unido, Israel, EE UU, Francia o Suiza.

El requerimiento fue recibido el 5 de diciembre en la sede central de Interpol (Lyon, Francia) y cursado al día siguiente a los países miembros del organismo. Interpol, no obstante, pidió ayer pruebas a Rusia de que Gusinski está acusado de "crímenes ordinarios" y exigió detalles de los cargos que pesan contra el empresario. El órgano internacional de policía aclara a Rusia que Interpol tiene "estrictamente prohibido" perseguir a personas por cuestiones políticas.La orden, recibida el lunes en España, indica que la detención ha sido ordenada por "estafa agravada, artículo 159, sección 3 del Código Penal ruso" y añade que la pena máxima que podría caerle a Gusinski es de 10 años de prisión. La fiscalía hace en el texto el siguiente resumen literal de los hechos: "El 5 de diciembre de 1996, Gusinski, actuando a petición de la compañía Gruppa Most, fundó la compañía Media- Most. Después esta compañía sufrió grandes perjuicios. Para tener daños que beneficiaban a Gusinski, firmó varios contratos de entrega con la compañía Gazprom. Como resultado, Gazprom sufrió pérdidas en escala de más de cinco billones de rublos (250 millones de dólares)".

La acusación se basa en que Gusinski entregó acciones de su grupo de comunicación (Media- Most) para cubrir la deuda con Gazprom (monopolio del gas ruso ligado al Kremlin) y que esos activos, cuyo valor era supuestamente inferior al nominal, fueron posteriormente desviados al extranjero.

Gusinski había salido hace seis meses de Rusia llevando en su poder tres pasaportes (dos rusos y uno israelí). Tras su detención, sin resistencia alguna, el magnate, nacido el 6 de octubre de 1952 en Moscú, fue conducido al Juzgado de Instrucción número 1 de San Roque, cuyo titular se inhibió inmediatamente en favor de la Audiencia Nacional.

El empresario llegó ayer mismo a la Audiencia Nacional, trasladado en avión. El juez Baltasar Garzón celebró la vistilla prevista en la ley de Enjuciamiento Criminal para adoptar medidas cautelares. Gusinski alegó que estaba siendo perseguido por motivos políticos. Precisó que ya saldó su deuda y que en su día se firmó un acuerdo con los responsables rusos.

El fiscal Enrique Molina solicitó el ingreso en prisión de Gusinski debido al elevado riesgo de fuga del magnate, ya que su desahogada situación económica le permitiría eludir la acción de la justicia. Antonio Garrigues actuó como abogado defensor y solicitó la libertad de su cliente alegando los motivos políticos de su persecución y que tiene arraigo social en España, ya que la madre de Gusinski vive en el sur del país.

El juez, basándose en las razones del fiscal, acordó el ingreso en la prisión de Soto del Real (Madrid) del financiero. Las autoridades rusas tienen ahora 40 días para formalizar la petición de extradición por el delito de estafa. Aunque Gusinski y sus abogados, tanto en Rusia como en España, han argumentado que se trata de un proceso político, la justicia española se enfrentará a una petición de extradición por un delito común, la estafa, que cumple el principio de doble incriminación, ya que es delito en Rusia y en España y además tiene señalada en ambos países una pena superior a un año de prisión. Sin embargo, antes de proseguir el proceso de extradición, el Consejo de Ministros, debe autorizarlo, y una vez concluido el proceso, tiene la facultad de no entregar al reclamado.

El líder liberal ruso, Gregori Yavlinski, aseguró ayer que Gusinski está siendo perseguido por "motivos políticos" por ser dueño de medios de comunicación "de oposición a los dirigentes de Rusia", informa Pilar Bonet. Yavlinski agregó que al magnate le espera "una larga estancia en las cárceles rusas". El presidente del Parlamento de Israel, Abraham Burg, el Congreso Judío Mundial (de quien Gusinski es representante en Rusia) y EE UU también deploraron "la persecución política" a la que está sometido el empreario.

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