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La policía multará con 50.000 pesetas a quien cante por la noche y a los amos de perros ladradores

Antonio Jiménez Barca

El Ayuntamiento ya tiene preparada la nueva ordenanza del ruido, el conjunto de normas que, en teoría, tratan de proteger al ciudadano contra el estruendo callejero. A partir de enero, en que entrará en vigor la nueva ordenanza, se endurecerán las sanciones a los causantes del ruido. Por ejemplo, circular en coche o en moto sin silenciador acarreará una multa de hasta 150.000 pesetas. Dar voces, cantar en la calle o permitir que ladre un perro por la noche de modo que supere los niveles permitidos también estará sancionado con multas de hasta 50.000 pesetas.

Tenores callejeros

En la nueva ordenanza se especifica que será considerado como falta leve, por la que se podrán imponer multas de hasta 50.000 pesetas, superar los índices permitidos de ruido en tres decibelios durante más de cinco segundos. Durante el día, estos índices no pueden sobrepasar los 65 decibelios, y por la noche, los 55. El ruido que emite una oficina poblada es de 60 decibelios aproximadamente y un taladro mecánico produce unos 100 decibelios. El PSOE, que ha conseguido que el PP apruebe nueve enmiendas, propuso que en la ordenanza quedara reflejada una particularidad: multar con 50.000 pesetas "a los propietarios de animales domésticos que hagan ruidos por encima de los niveles permitidos por la ordenanza". "Esos niveles puede superarlos un perro que ladre por la noche", explica un técnico del PSOE. Plácido Perera, jefe de la sección de Ruidos del Ayuntamiento y uno de los responsables de la elaboración de la ordenanza, considera que la aportación del PSOE es "una aclaración al texto". "Porque, de la misma manera que se puede multar a los propietarios de perros, se podrá sancionar con 50.000 pesetas al que cantando por la calle exceda los niveles permitidos", explica. Hasta ahora, estas infracciones acarreaban una penalización de hasta 15.000 pesetas.

Cristina Narbona, portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento, aunque adelanta que su grupo votará a favor de la ordenanza, previene contra lo que, en su opinión, es el talón de Aquiles del texto: "Su cumplimiento. Me temo que o se toman medidas y se dota de medios a quien corresponda o todas estas normas no se van a poder hacer cumplir. La ordenanza presente está bien. Mejor que la anterior. Es más restrictiva y, en teoría, protege más a los ciudadanos. Pero la anterior no se cumplía. Esperemos que ésta se cumpla".

Para poner un ejemplo de lo difícil que lo van a tener los técnicos, Narbona recordó el caso de los conductores sin silenciador: "No se les puede multar en el momento en el que son vistos y oídos por el policía. El agente debe limitarse a obligarle a ir a un centro de acústica. Si en el centro de acústica sigue dando ese nivel de ruido, pues se le pone la multa de 150.000 pesetas, pero lo que puede ocurrir es que en el centro de acústica ponga el silenciador y luego, ya en la calle, lo vuelva a quitar".

El PSOE exigió, en las discusiones previas a la redacción de la ordenanza, que la Policía Municipal multara in situ al conductor ruidoso, pero los servicios jurídicos del Ayuntamiento aseguraron que esto no es posible.

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Tampoco será fácil multar al aficionado a cantar o chillar por la calle. Para eso será necesario que los agentes de la Patrulla Verde, que poseen sonómetros, sorprendan en flagrante al Pavarotti callejero. Y una vez allí, los policías tienen que medir los decibelios producidos por el cantante para especificar por cuántos sobrepasa la ordenanza. Idéntico proceso se tiene que seguir con el dueño del perro ladrador. Con todo, Perera aconseja "llamar siempre a la Patrulla Verde en estos casos, porque estos agentes son especialistas".El PSOE también reclamó que los camiones de la basura se ajustaran a la ordenanza, cosa que ahora no hacen. "Estos camiones constituyen una de las fuentes de ruido que más perturban a los madrileños por la noche. Pero el PP ha creído conveniente que queden exentos de cumplir la norma. Así que los primeros en saltarse la ordenanza van a ser los propios camiones municipales", dice Narbona.

El PSOE sí que ha logrado que todas las obras se rijan por la nueva legislación. "Sólo las obras urgentes, cuya demora puede acarrear peligro a las personas, están exentas. Pero también con la ordenanza anterior estaban prohibidos ciertos ruidos en obras y no se sancionaban", señala Narbona.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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