Las denuncias por exceso de velocidad superan en un 57,6% a las del año pasado
Los madrileños ya han cometido más infracciones por exceso de velocidad en lo que va de año que en todo 1999. El año pasado, la Policía Municipal impuso 27.439 denuncias contra conductores que habían rebasado los límites de velocidad, mientras que, hasta el pasado mes de octubre, se cometieron 43.263 infracciones por la misma causa, lo que supone un aumento del 57,6%, según fuentes de la Policía Municipal.
Las denuncias se interpusieron al constatar, a través de los radares, que los conductores superaban en más de 20 kilómetros por hora la velocidad de circulación permitida en el punto en el que fueron sancionados. Es decir, si en la M-30 la velocidad punta es 90 kilómetros por hora, aquel conductor que ha sido sancionado conducía al menos a 110.Por meses, los agentes municipales han rellenado más boletines de sanción en el mes de junio que en ningún otro del año: 5.098. El mes en el que se interpusieron menos denuncias fue el de enero, con 3.309. Quizá porque, debido a la resaca económica de las fiestas navideñas y en plena cuesta de enero, los madrileños optan por utilizar menos sus coches. El mes de agosto, en plena desbandada veraniega, el número de denuncias es el segundo más reducido del año.
La estadística establece que los días en los que más papel gastan los policías municipales son los viernes, con un 16% de las denuncias. "Se debe fundamentalmente al movimiento nocturno. La gente sale de copas, bebe y le pierde el miedo a apretar el acelerador", explica un portavoz de la Policía Municipal.
Por el contrario, los días en los que menos denuncias se tramitan son los domingos, un 11%. "Se debe al efecto contrario. La gente se queda en casa simplemente porque quiere descansar ese día o precisamente por la resaca de las salidas nocturnas", añade el portavoz.
La carretera M-30 es la vía que mayor número de sanciones por exceso de velocidad acumula: un 17,4%. Le sigue la N-100 -que conecta el centro de la ciudad con el distrito de Vicálvaro- con un 6,5% de las sanciones, y la avenida de Logroño (que discurre por los distritos de Hortaleza y San Blas), con un porcentaje muy similar.
Las cifras de 2000 se disparan si se comparan con las de 1998. Ese año, la Policía Municipal puso 11.790 denuncias por exceso de velocidad, 31.473 menos que los 10 meses contabilizados de este año. Traducido a porcentajes, la diferencia es de un 133%. Pero ese espectacular descenso de 1998 está justificado. Se debió a un cambio legislativo en el que se obligaba a la Policía Municipal a entregar en mano la denuncia por exceso de velocidad al conductor. Esta nueva norma obligaba a los agentes a parar al coche para notificarle personalmente la denuncia por la infracción. Hasta 1997, esa exigencia era innecesaria. Bastaba con que un radar tomara una fotografía del coche, en el momento en el que circulaba a más velocidad de la permitida, para sancionarle. No era necesario que se lo notificaran en el momento, sino que era suficiente enviar la multa al domicilio del infractor.
Con el viejo sistema punitivo, los agentes de Policía Municipal denunciaban mucho más. Sólo en 1997 interpusieron 118.504 denuncias; en 1996, 165.127 y en 1995, 177.993.
El exceso de velocidad, junto con la conducción bajo los efectos de las drogas o las bebidas alcohólicas, es el mayor factor de riesgo de accidente al volante. Los agentes afirman que el incremento en las denuncias por exceso de velocidad se debe a dos factores. Uno puramente matemático: la policía ha aumentado el número de radares para vigilar Madrid -ahora tiene ocho-. El segundo obedece "al reforzamiento de la política de prevención de accidentes que desarrolla la Policía Municipal", según uno de sus portavoces.
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