La oposición critica a Fox por llevar un crucifijo al jurar el cargo

El primer choque entre el nuevo presidente mexicano, Vicente Fox, y el Congreso, cuya colaboración necesitará para aprobar proyectos fundamentales de su Gobierno, ocurrió a los cinco días de la investidura. Los dos principales partidos de la oposición aprobaron "un extrañamiento", esto es, le reprobaron públicamente por haber vulnerado la Constitución al apartarse del protocolo durante aquella ceremonia y "atentar contra la laicidad de la banda presidencial al sostener entre sus manos un crucifijo de madera".El Partido Revolucionario Institucional (PRI), que perdió su hegemonía de 71 años en las elecciones del pasado día 2 de julio, y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), centro-izquierda, que juntos suman una mayoría de escaños, llegaron a plantearse la posibilidad de reclamar una nueva investidura. Todo quedó finalmente en una sanción que anticipa una complicada relación entre Fox y las dos Cámaras, en las que deberá conciliar no sólo con el PRI y el PRD, sino con las filas más doctrinarias de su propio partido, el conservador Partido Acción Nacional (PAN), algunos de cuyos senadores admitieron que "no era correcto" el juramento.

Fox comenzó la jornada de transmisión de mando rezando ante la Virgen de Guadalupe, iniciativa criticada por quienes consideran que el presidente debe respetar la laicidad del Estado mexicano. Durante su investidura en la sede del Congreso, primero saludó a sus cuatro hijos y juró el cargo agregando la frase "por los pobres de este país y marginados de este país", a la fórmula constitucional: "Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidente de la República que el pueblo me ha conferido...".

Respaldo popular

Las protestas de la oposición discurren, sin embargo, en dirección contraria a las encuestas de opinión sobre el comportamiento del jefe del Estado, un político de perfil empresarial que fue gerente de la multinacional Coca-Cola en México. La gran mayoría de los mexicanos, según los sondeos publicados por diferentes medios de comunicación, concedieron un sobresaliente a los gestos de Fox, calificados por algunos analistas como "demagogia populista". El intelectual de izquierdas Carlos Monsivais sostiene que "el nuevo presidente mexicano no cree en los protocolos republicanos, cree en la mercadotecnia"."Es un anticipo de una serie de actos ilegales", manifestó el priísta Efrén Leyva durante un acalorado debate. "Pone en duda el escricto cumplimiento de la ley a lo largo de su gobierno".

Por el PRD, David Sotelo lamentó "las excentricidades presidenciales, que fueron desde la violación del artículo 87º constitucional hasta la portación de un Cristo de madera en el Auditorio Nacional que le entregó una de sus hijas".