Las ONG de Internet

Internet y las nuevas comunicaciones están revolucionando la visión de la sociedad civil, y de ese Tercer Sector en el que entran las ONG (Organizaciones No Gubernamentales, o simplemente cívicas) y las fundaciones. No sólo porque la red permita que aumenten su efectividad multiplicando su interrelación y su acceso al público, sino, ante todo, porque la propia Internet tiene en su corazón unas ONG que le permiten no sólo funcionar, sino incluso generar recursos propios. Así ocurre con la Internet Society, que agrupa a los ingenieros que diseñan y acuerdan los protocolos técnicos de uso en la red. Un seminario sobre "Retos y oportunidades para la sociedad civil en el nuevo orden mundial", convocado en Valencia por cinco fundaciones de signo liberal (Valencia Tercer Milenio, Ortega y Gasset, Madariaga, Independiente y Trías Fargas), ha reunido a representantes de Europa, EE UU y África, ha permitido durante dos días, tomar el pulso a estos nuevos desarrollos de la llamada sociedad civil.Para el antropólogo Artur Serra, presidente de la Asociación Europea de Redes Ciudadanas, Internet marca un cambio. Hay otros ejemplos del crecimiento en importancia de la sociedad civil en la era de la información. Así, en Glasgow, unos vecinos en un barrio obrero han creado su red local llamada Red Bricks on Line, y ahora negocian con los grandes operadores condiciones ventajosas en materia de contenidos. O la Red Ciudadana por Internet que Serra impulsó en el barcelonés barrio popular del Raval. Es prueba de lo que el antropólogo llama la sociedad civil de Internet, y no simplemente en Internet; de redes con los excluidos y no sólo para los excluidos.

Internet, según varios de los participantes, permite multiplicar la escala de los retornos de las ONG, incluso en África o en otros lugares, donde hay la posibilidad de dar un salto tecnólogico sin pasar por estadios anteriores, aunque también de quedarse atrás en una nueva línea divisoria digital. Con Internet se está generando una nueva "arquitectura de la inteligencia", según Tim Arnold vicepresidente de la Fundación Bertelsmann, quien recordó la idea de Al Gore sobre la necesidad de una "inteligencia distributiva", para superar las divisiones entre los que tienen acceso y los que no a estas nuevas redes de información. La nueva situación llevó al presidente de la organización, Antonio Garrigues Walker, a poner de relieve la necesidad de una alianza y cooperación entre este Tercer Sector, las empresas y las autoridades públicas.

Tal situación, si se potencia la sociedad, puede favorecer, según José Lladós, presidente de la Global Champions Foundation (EE UU), un "proceso de globalización desde abajo". Ahora bien, las empresas quieren ver que sus inversiones en fundaciones u ONG repercuten en sus negocios, y para ello intentan mejorar sus estrategias de construir marcas que contengan valores sociales. Aunque resulte a veces contradictorio, como esa marca de tabaco que dedica una parte de sus ingresos a la ayuda al desarrollo, aparentemente, según Lladós, con un impacto positivo en sus niveles de venta.