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Los fármacos de marca bajan su precio a última hora para competir con los genéricos

Los boticarios lamentan la desinformación de los clientes el primer día de aplicarse el decreto

El País

Numerosos farmacéuticos se quejaron de que los laboratorios farmacéuticos han bajado el precio de sus medicamentos días antes de la entrada en vigor ayer del decreto de precios de referencia. Este descenso de precios respondió a un intento de los fabricantes de competir con los genéricos, potenciados por el decreto de precios de referencia. El resultado fue que muchos farmacéuticos se encontraron con un mismo producto, pero etiquetado con dos precios distintos. Los boticarios se quejaron además de la poca información que han recibido los usuarios.

Ahorro previsto

Una boticaria de Madrid mostró ayer a este periódico, como ejemplo, dos cajas de un mismo medicamento (Baycip, un antibiótico que se prescribe para las infecciones de orina) con dos precios distintos: 6.178 pesetas y 4.800 pesetas. "Esta mañana he regalado la diferencia de precio a una clienta", se lamentaba la farmacéutica, "cómo le voy a vender la caja cara si tengo la otra".El Ministerio de Sanidad obliga desde el 26 de octubre a los laboratorios a suministrar a los distribuidores las especialidades farmacéuticas que hayan bajado de precio con la nueva tarifa. En su página web, el ministerio afirma que el periodo comprendido entre el 26 de octubre y el 30 de noviembre, fecha previa a la entrada en vigor del decreto, "resulta suficiente" para que los farmacéuticos agoten sus existencias de medicamentos a precio antiguo.

Es evidente que para algunos no ha sido margen suficiente: "Ahora tengo que esperar hasta el año 2004 para que las cajas caras caduquen y el laboratorio me devuelva el 50% de lo que me costaron", se queja una farmacéutica.

Desde ayer, cada vez que un usuario pide un medicamento con receta que pueda ser sustituido por otro, y cuyo valor exceda el precio de referencia marcado por el ministerio para ese tipo de producto, el farmacéutico tiene la obligación de ofrecerle otro medicamento más barato. Si el comprador decide quedarse con el medicamento más caro (uno de marca) deberá pagar la diferencia respecto al precio de referencia. En cualquier caso deberá abonar el porcentaje de que le corresponda por su situación (40% en la mayoría de los casos, 10% los crónicos y gratis los pensionistas) de ese precio de referencia o del genérico. Con esta medida, el ministerio prevé ahorrar 20.000 millones en la factura farmacéutica del Estado.Los farmacéuticos se quejan de que los usuarios no han recibido suficiente información sobre la entrada en vigor de los precios de referencia, que muchas veces confunden con el concepto de medicamento genérico. El principal problema detectado es que los clientes no quieren que les den un producto diferente al que les recetó el médico, sobre todo si lo utilizan desde hace tiempo.

Según Manuel Pérez, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, los usuarios bombardearon ayer a preguntas a los titulares y empleados de las boticas: "La entrada en vigor del decreto ha sido precipitada; la población, en general, no está en absoluto informada sobre lo que significa la palabra genérico, y menos aún sobre el galimatías de los precios de referencia", afirmó. Como de "tranquilamente desinformados" calificaba la situación una farmacéutica.

Tanto la farmacéutica como una de sus clientas consideran que la clave para que el decreto sea eficaz son los médicos, que "deben explicarle a sus pacientes en qué consiste un genérico". En Andalucía, si el decreto se desarrolla en todos sus términos, el ahorro calculado por el Servicio Andaluz de Salud es de 4.500 millones al año.

Un farmacéutico valenciano explicaba: "La inmensa mayoría de marcas de medicamentos que hemos dispensado se han ajustado a los precios de referencia". La gran mayoría de recetas que atendió este boticario contenían la marca del producto, pero el precio de todas ellas se encontraba por debajo del listón que fija el decreto. Sólo atendió una receta con principio activo: la amoxicilina.

Sin embargo, advierte que recetar genéricos creará un nuevo problema, ya que junto al genérico, los médicos suelen indicar la marca del laboratorio que lo elabora. "Y si pone la marca, estamos obligados a darla", afirma.

Otros tres farmacéuticos de boticas del centro de Valencia apuntaron que aún es pronto para valorar los efectos del decreto, pero vaticinaron que la gente optará por los genéricos si tienen que pagar.

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