Una aseguradora, condenada a pagar 1,8 millones al mes a una tetrapléjica

Un juzgado de Barcelona ha condenado a una compañía de seguros a abonar una pensión vitalicia de 1,8 millones de pesetas mensuales a una joven que quedó tetrapléjica por un accidente de tráfico. La singularidad de la sentencia radica en que el juez, para asegurar la pensión, condena a la aseguradora, Compañía de Seguros Pelayo, a constituir en un banco un fondo vitalicio que genere esos intereses de 1,8 millones de pesetas al mes. Aunque el juez no lo precisa, esa cantidad se sitúa en torno a los 3.000 millones de pesetas.

La sentencia, dictada por el magistrado Adolfo Fernández Oubiña, titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Barcelona, no es firme al haber sido recurrida por la aseguradora ante la Audiencia de Barcelona. El fallo también condena a la compañía a pagar 38,4 millones de pesetas para la compra y adecuación de un vehículo y de una vivienda para la joven, así como para la adquisición de diversos aparatos médicos y ortopédicos.Los hechos ocurrieron la madrugada del 23 de noviembre de 1998, cuando el ciclomotor conducido por Juliana F. N., de 19 años, fue embestido por un vehículo que se saltó un semáforo en rojo en pleno Eixample barcelonés. Tras atropellar también a otro ciclomotor, el automóvil, de matrícula de Zaragoza, colisionó contra una furgoneta aparcada en la zona, contra una farola y varios contenedores de basura y no se detuvo hasta colisionar posteriormente contra otros cuatro vehículos.

Varias personas sufrieron heridas y lesiones de diversa consideración, pero la que salió peor parada fue Juliana F., a la que le quedó una lesión irreversible de tetraplejia, por lo que ha perdido la sensibilidad en manos, tórax, abdomen y piernas. La chica ha quedado postrada de por vida en una silla de ruedas y necesitará ayuda las 24 horas del día. Además, deberá someterse a numerosas operaciones, pues los médicos han determinado que necesitará de por vida una sonda en la vesícula, se prevé que tenga infecciones respiratorias frecuentes y corre un serio riesgo de padecer edemas y tumores en las piernas como consecuencia de su invalidez.

En estas condiciones, razona el juez en la sentencia, resulta muy difícil determinar cuál es la cuantía que en concepto de responsabilidad civil debe abonar la compañía de seguros. Se trata, afirma, de "una medida especial de tan difícil valoración como de necesaria generosidad, en el ámbito de proveer a la lesionada de unos medios económicos que sustituyan lo que en puridad es insustituible, como es el mínimo de vida digna".

El juez descarta que se indemnice con un total de 20 millones de pesetas a los padres y los dos hermanos de la víctima, como pidió la abogada de la familia, "ya que ese ingreso sería algo que tengan que ganarse en atención retribuida" y, opta por el fondo vitalicio al considerarlo "más seguro y conveniente" para las necesidades que en un futuro requerirá "su cuerpo truncado".

Fuentes judiciales explicaron ayer que con el fondo vitalicio se asegura el pago de la pensión mensual, con independencia de los avatares económicos que pudiera sufrir la compañía aseguradora en el futuro.

El conductor, José Francisco S. P., ha sido condenado a 150.000 pesetas de multa y un año de retirada de carnet de conducir por "una falta contra las personas". Otros dos heridos recibirán un total de cinco millones y medio de pesetas.