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Montoro afirma que "no hay prisas" para vender Santa Bárbara

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, reiteró ayer que el proceso de privatización de la Empresa Nacional Santa Bárbara (ENSB) sigue abierto y es algo que el Gobierno continúa estudiando "sin plazo, fecha o límite". Añadió que "no hay prisas" para cerrar la venta de la empresa, sobre todo, según dijo, porque conviene medir bien sus consecuencias. La preadjudicación de ENSB a la norteamericana General Dynamics ha abierto un importante conflicto político con el Gobierno de Alemania.

La privatización de la Empresa Nacional Santa Bárbara no tiene visos de solución inmediata, a juzgar por las palabras del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ayer en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso. "La posición del Gobierno es llevar adelante la privatización de la empresa sin prisas, midiendo bien todas las posibilidades", señaló.Santa Bárbara fue preadjudicada a General Dynamics por la SEPI y el entonces ministro de Industria en funciones, Josep Piqué, el pasado mes de abril y, desde esa fecha, está a la espera de que la venta se apruebe por el Consejo de Ministros. La adjudicación a la empresa norteamericana, fabricante de los carros de combate Abrams, frente a la propuesta de las alemanas Krauss-Maffei y Rheinmetall, con quien la empresa tiene un contrato de fabricante de carros Leopard-2 por 322.000 millones de pesetas, ha provocado un conflicto político con Alemania que ha retrasado cualquier decisión.

Para Montoro no existe plazo para la adjudicación definitiva de Santa Bárbara, empresa adscrita a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). "El único calendario que vale a todos los efectos es la decisión que tome el Consejo de Ministros", remachó. "El proceso de privatización está abierto sin plazos, sin fechas, sin límites", añadió, y explicó que la decisión final sobre la venta de la empresa dependerá de la viabilidad de la oferta y de su proyecto de futuro, de la aportación tecnológica y de las garantías de conservación de los puestos de trabajo, para los cuales la privatización "no es una amenaza".

Para Jordi Sevilla, portavoz socialista de Economía, la actuación del Gobierno en este caso es una muestra de "frivolidad política máxima" ya que "se está jugando con el futuro de muchas familias". En estos momentos, añadió Sevilla, "no sabemos si la empresa está vendida, si se va a privatizar y a quien se le va a dar". En su opinión, todo el proceso "lo han llevado mal porque se han precipitado o porque no están coordinados", y recordó que al Consejo de Administración de la SEPI en el que se decidió la privatización acudieron los secretarios de Estado.

Desde Coalición Canaria y el Bloque Nacionalista Galego se coincidió en criticar la precipitación con que se preadjudicó Santa Bárbara a General Dynamics, por sus consecuencias sobre las relaciones con Alemania y el contrato del Leopard.

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