Joaquín Sabina presenta su disco 'Nos sobran los motivos' con un recital

Si Joaquín Sabina piensa en la palabra hogar es posible que en su mente aparezca un escenario. Un escenario de teatro, con escenografía de cartón, y un actor que canta sus aventuras y desventuras. La presentación anoche, en el teatro Coliseum de Madrid, de su nuevo disco doble y en directo, Nos sobran los motivos, lo dejó claro. Hay una relación nocturna, cómplice y desapacible, entre él y sus seguidores.

Sabina les cede la palabra a sus fans, parte de la canción, pero lo que hace es poner en escena el personaje, ya indiscernible, del cantante.Nos sobran los motivos es un disco doble en directo, hijo de la gira de su anterior y celebrado trabajo en estudio 90 días y 500 noches, que llevó por decenas de ciudades de España y Latinoamérica, y de la gira acústica que llevó por teatros más pequeños de lugares como Andorra, Puertollano y Terrassa.

Sabina íntimo y Sabina en loor de multitudes. A medio camino entre ambas, la presentación de anoche en Madrid tuvo el sabor de las cosas hechas en casa. En el escenario persistía la estética bohemia y aventurera que lo acompañó por las ciudades de medio mundo. No era una estación de tren, pero quizá recordaba un trastero ideal y romántico, con candelabros de velas rojas encendidas, un baúl rebosante de tesoros y unas olas de cartón en movimiento.

Vestido con chaqueta y sombrero de papel de periódico, Joaquín Sabina hizo un despliegue de su saber hacer en el escenario y forzó sin miedo alguno su desgarrada garganta de habitante de la noche. Le acompañaban unos músicos dispuestos a transformarse en ángeles impuros y lujuriosas santas, y un coro de cientos de admiradores. Un repertorio de canciones de distintas épocas y discos fue acompañado por unas primeras filas repletas de entusiastas seguidores. Como siempre. Los recitales de Joaquín Sabina son así. Lo habían presentado con un recitado de bienvenida Miguel Bosé y Pastora Vega, un breve gesto innecesario de amigos que compartían una celebración. Pese a las muestras de satisfacción por verse rodeado de los suyos, Sabina no quiso dejar de lado a un amigo en un duro trance y recordó a Carlos Cano, "que en estos momentos escapa de la Negra Dama", y le dedicó Medias negras.

Entre canciones viejas y nuevas, estrenó una inédita y una nueva, Rosa de Lima, que incluye en este nuevo disco doble. Sabina dio muestras de su talante poético y su gozoso trabajo como letrista. Fueron canciones de amor y desamor a las mujeres, pero, sobre todo, una degustación del poder mágico de la palabra.