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El Ejército israelí había previsto la Intifada, pero no su intensidad

Un portavoz militar niega que la actual respuesta sea desproporcionada

El Ejército israelí cometió un error de cálculo al medir la intensidad y la duración de la nueva Intifada. Los analistas militares pensaron que la explosión de ira palestina sería breve, pero en su lugar se han encontrado con una revuelta que dura ya más de dos meses. Un portavoz del Ejército sostiene, sin embargo, que ese error no ha afectado a su lucha contra el levantamiento, y que los soldados han adoptado una actitud "responsable" y "controlada", sin que "en ningún momento se pueda hablar de respuesta desproporcionada".

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"Esta situación ya estaba prevista. Cuando las conversaciones de paz de Camp David, en julio, finalizaron en un fracaso, entendimos que era necesario prepararse para una nueva oleada de violencia palestina. Lo que nos ha sorprendido ha sido su intensidad y duración de la revuelta. No pensábamos que iba a ser tan fuerte", admite el portavoz oficial del Ejército israelí, capitán Ilau Sztulmam, quien trata de minimizar un error de cálculo que ya se cometió en la primera Intifada (1987-1993), cuando aquella revuelta cogió también por sorpresa a los dirigentes israelíes.El fallo cometido ahora por los estrategas militares israelíes no ha tenido, como sucedió hace 13 años, trascendencia sobre el terreno, donde el Ejército ha venido actuando desde el primer momento de "manera responsable", sin que, en opinión del mando militar, "se pueda hablar en ningún momento de respuesta desproporcionada", como aseguran los dirigentes palestinos, las organizaciones de defensa de derechos humanos o como podría deducirse de las cifras de muertos: más de 300 palestinos frente a 31 israelíes.

"No entramos en territorios palestinos ni iniciamos las operaciones de combate; sólo respondemos. Y cuando lo hacemos tratamos de que sea de manera quirúrgica. Actuamos muy por debajo de nuestras posibilidades, con munición y armamento de bajo calibre. ¿Dónde está la fuerza excesiva?", recalca el portavoz del Ejército.

Para las tropas israelíes, la culpa de todo "la tiene la Autoridad Palestina, que incita a los jóvenes y niños haciéndolos salir a la calle y transformándoles en mártires de una guerra santa; quieren crear mártires y sacar un lucro político a su costa. Por eso envían también a los niños contra los soldados; esto responde a una estrategia determinada, que se inicia cuando cumplen los cinco o seis años y se les enseña a disparar. Aprenden a ser combatientes. Y luego se les mezcla con los adultos armados en las manifestaciones", sostiene.

El Ejército de Israel, afirma el capitán Sztulmam, hace todo lo posible para no provocar bajas, para lo que ha potenciado algunas técnicas de combate como la utilización de soldados francotiradores, cuya "misión es localizar a la gente entre la masa, tratar de ver al terrorista armado y hacer fuego contra él". Este tipo de actuaciones "ha ahorrado muchas vidas" y ha permitido "desactivar las manifestaciones multitudinarias", obligando a las fuerzas palestinas a buscar una nueva estrategia bélica, más parecida a las guerrillas o al terrorismo.

"No nos interesa matar. En primer lugar, porque supone la pérdida de una vida humana, un principio sagrado para nosotros; en segundo lugar, porque un muerto favorece la estrategia de la tensión; un entierro, más movilizaciones y nuevos muertos. En tercer lugar, porque un muerto, desde el punto de vista político, no sirve para nada. Lo que queremos es llegar a la paz. Conseguir el silencio y que se haga posible la negociación", dice el militar.

Esta filosofía de contención en la lucha contra los palestinos ha provocado un debate en el interior del Ejército "donde de manera democrática se discuten todos los asuntos" y cuyas discrepancias han sido amplificadas por algunos sectores, que las han homologado a las voces de los colonos radicales o las fuerzas ultranacionalistas.

"No hay quintacolumnistas en nuestro Ejército. Se escuchan opiniones en favor y en contra. Pero no hay nadie que conteste la política del Gobierno. Somos el Ejército de una sociedad democrática. No tomamos la decisión de actuar. Es el Gobierno quien decide".

El Ejército de Israel reconoce vivir momentos "bajos de popularidad", aunque asegura haber pasado por "peores situaciones de imagen", como, por ejemplo, durante la guerra de Líbano. A las críticas de la derecha, la izquierda israelí y de la comunidad internacional se le suma en opinión de los militares hebreos la "propaganda palestina", que "actúa sin ningún tipo de escrúpulos".

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