El PSE responde a Arzalluz que un diálogo sin límites sería inútil

El secretario general del PSE-EE, Nicolás Redondo, que será reelegido hoy junto a la nueva ejecutiva en el IV Congreso que se celebra en el palacio Euskalduna de Bilbao, respondió ayer al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, que un diálogo sin límites como reclama sería inútil para la consecución de la paz. Redondo, repaldado con el 81,5% en el informe de gestión, dejó muy claro durante el discurso inicial que quien no ha querido restablecerlo hasta ahora ha sido precisamente el PNV, porque se "encontraba en otra apuesta".Se refería al Pacto de Lizarra, que unió políticamente a los nacionalistas del PNV, EA y EH hasta la ruptura de la tregua por parte de ETA en diciembre del año pasado. "Nosotros sí tenemos vocación de diálogo, somos presos de nuestro pasado, y dialogamos en el pasado y lo haremos en el futuro", dijo Redondo, aunque dejó muy claro que el espíritu con el que tiene que nacer ese diálogo entre los partidos democráticos ha de ser la recuperación de la unidad democrática.

El PSE ha mantenido varias rondas de conversaciones con todos los partidos, incluido EH. El primero, tras las elecciones autonómicas de 1998, y posteriormente unas semanas antes de la ruptura de la tregua y, por lo tanto, antes del asesinato de su portavoz parlamentario Fernando Buesa el el 22 de febrero de 2000.

Las palabras de Redondo cobraron mayor relieve en un congreso prácticamente de transición y sin conflictos políticos -salvo los habituales entre familias y clanes-, ya que el secretario de organización del PSOE, José Blanco, atribuyó a los socialistas vascos la responsabilidad del diseño de la política de pacificación.

Blanco, que participó en la sesión de apertura del IV Congreso, apostó por la lealtad al Gobierno del PP en todo lo relacionado con el terrorismo, pero dejando al margen el resto de los temas políticos. Acto seguido dijo al conjunto de los compromisarios socialistas y a su ejecutiva: "Sois vosotros los que tenéis que marcar la línea y la estrategia en este tema. Y con vosotros iremos todos los socialistas unidos en la estrategia de la paz y de la libertad".

Aplausos para Buesa

El mensaje de Blanco a Nicolás Redondo y a la nueva ejecutiva que saldrá hoy elegida es también un aviso al PNV, que ha intentado puentear a los socialistas vascos y buscar directamente a través de los miembros de la ejecutiva federal un acercamiento con el socialismo. Blanco, en representación del máximo órgano socialista, descalificó ese intento y remitió a los nacionalistas al secretario general del PSE-EE como un portavoz acreditado.El aparato del PNV mantiene un duro enfrentamiento con los dirigentes del PSE, en sintonía con la situación de enfrentamiento que vive la política vasca. El PSE y Redondo no perdonan al PNV su actuación en Vitoria tras el asesinato de Buesa, que ayer fue homenajeado con el más emotivo de los aplusos en el congreso, y tampoco el "uso partidista" que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, hizo del plan de paz que los socialistas sacaron adelante en el Parlamento vasco. Ibarretxe lo trasladó al presidente del Gobierno, José María Aznar, "deformado y partidistamente utilizado", acusaron ayer los socialistas. "El PNV sólo actúa para mantener su chiringuito", reiteró el secretario general de los socialistas vascos.

El propio Redondo agradeció la confianza prestada por el conjunto del PSOE y restó protagonismo para su organización al asegurar que "la estrategia será consensuada con la ejecutiva federal". "La haremos entre todos, pero es importante para los socialistas vascos la confianza depositada", añadió.

Redondo también confirmó que con el PP se debe tener un leal entendimiento y un pacto en materia de pacificación: "No tiene que haber distingos a la hora de buscar la paz entre la derecha o la izquierda, los nacionalistas o los no nacionalistas".

El mayor protagonismo del PSE dentro de la organización federal devuelve al panorama político vasco la pelota del entendimiento. PNV y PP son plenamente conscientes de que necesitarán a los socialistas tras las elecciones que se avecinan. Una cita con las urnas que barajan puede ser en marzo.

El congreso del PSE dedicó durante la tarde varias horas a debatir cuál va a ser el discurso que consiga romper la polarización del crispado debate político vasco. "Vamos a presentar propuestas, nuestro proyecto. Ni queremos ni vamos a ser puente entre unos y otros. Ni queremos ni vamos a ser acompañantes de unos y otros", declaró el saliente secretario de coordinación de áreas y electoral, Rodolfo Ares.

La previsible nueva secretaria de Política Institucional, la guipuzcoana Gemma Zabaleta, dijo: "El congreso está unificando la voz del socialismo vasco y ahora tenemos que comunicar el talante político de una organización cuya manera de hacer política siempre se ha basado en la búsqueda de mínimos comunes denominadores para seguir construyendo el país".

Los delegados discutían anoche la propuesta remitida por la dirección saliente para elegir al candidato del PSE a lehendakari, algo que previsiblemente saldría adelante. Aunque Redondo apoya el método directo de las primarias, ensayado por primera vez en Euskadi y exportado luego al PSOE, el previsible adelanto electoral obligaba, según la ejecutiva saliente, a que los socialistas salieran del congreso con cabeza de cartel electoral.