Los socialistas guipuzcoanos salen reforzados

Secretaría de Organización

Una vez proclamado, de facto, como nuevo secretario general del PSE-EE -la votación del secretario general y de su ejecutiva se realiza hoy- y con un 81,5% de apoyo a la gestión de la Comisión Ejecutiva en los tres últimos años -uno de los ciclos más complicados en la historia del socialismo vasco-, Nicolás Redondo Terreros se puso a trabajar en la nueva dirección. En realidad, llevaba toda la semana dándole vueltas a las "sensibilidades, personas y personajes" que deberían estar presentes en la nueva dirección, ejecutiva que sólo pudo cerrar ya casi de madrugada.La nueva mayoría sustentada entre Guipúzcoa y Vizcaya -salida del III Congreso, celebrado en octubre de 1997- salió ayer reforzada. El tándem formado por Nicolás Redondo Terreros y Jesús Eguiguren, que adquirió la categoría de número dos, era indiscutible. Antes del congreso, Redondo había también conversado en varias ocasiones con José María Benegas para que la presidencia siguiera recayendo en el veterano dirigente socialista, algo que ayer estaba fuera de toda duda.

El peso de los socialistas guipuzcoanos en la nueva ejecutiva no paraba de crecer. La parlamentaria vasca Gemma Zabaleta había alcanzado la Secretaría Institucional, mientras que también ocupaba un puesto en la lista elaborada por Redondo el que fuera director de Economía y Turismo en la Diputación de Guipúzcoa con el equipo de Guillermo Etxenike, José Antonio Santano. Otra persona elegida como vocal en la lista que estaba elaborada al cierre de esta edición era el secretario de Organización de los socialistas guipuzcoanos, Miguel Ángel Morales.

Redondo tenía claro, en consonancia con lo ya vivido en julio con la Comisión Federal, que había que adelgazar la dirección. La ejecutiva saliente tenía un total de 35 miembros. Redondo iba al congreso con la intención de reducirla a 21, a expensas de los últimos flecos negociadores que anoche no habían finalizado. Eso dificultaba la inclusión de determinadas personas. De hecho, durante buena parte de la tarde, la lista quedó paralizada ante la intención de Redondo de suprimir la Secretaría de Organización, en manos de uno de los totem del socialismo vizcaíno, Martín Martínez, y relegar así a un histórico socialista.La organización en Vizcaya, encabezada por su secretario general, Patxi López, está de hecho casi partida por la mitad. Y eso a pesar de que Vizcaya aporta el mayor número de delegados, 323 de los 553, con lo que Redondo tenía que pulir al máximo para intentar lograr hoy un apoyo a la dirección superior al cosechado en la ejecutiva salida del congreso de 1997, el 58,27%.