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Entrevista:NICOLÁS REDONDO TERREROS - SECRETARIO GENERAL DEL PSE-EE

"Podemos pactar con el PNV si antes vuelve al Estatuto"

LA OFENSIVA TERRORISTAEl candidato a lehendakari de los socialistas vascos para los próximos comicios cree llegado el momento de impulsar un cambio tranquilo en Euskadi. Nicolás Redondo Terreros (Barakaldo, 1958) defiende una revolución de terciopelo que se asiente en el Estatuto y la Constitución. Y se muestra dispuesto a reeditar el pacto con el PNV, si es sobre esas bases.Pregunta. La sociedad civil, por boca de la periodista Gemma Nierga, les ha pedido que dialoguen.

Respuesta. Respeto sus palabras y sé lo que quiso decir. Pero Gemma me abrumó. No sé si Ernest Lluch sería capaz de dialogar con sus asesinos. Los socialistas no tenemos miedo al diálogo, pero con límites. Nos hemos reunido con todos los partidos, incluida HB, y con el lehendakari cuando nos ha llamado. Pero jamás les hemos convencido de nada a los nacionalistas. Ahora quieren cambiar, pero en los últimos años han estado en contra del diálogo. Además, la negativa del PP y la desconsideración de Arzalluz al plan Ardanza impidió que éste fuese una base para profundizar.

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P. ¿Pero es que ahora las cosas no les van nada bien?

R. El PNV se equivocó al mezclar la paz con la gobernabilidad y pactó con HB, pero también el PP se equivoca al relacionar la unidad democrática con objetivos electorales. Aunque no sería malo que el PNV perdiese la responsabilidad de gobernar. La unidad democrática está profundamente reñida con la utilización electoralista de la violencia. De hecho, hay que seguir manteniendo la puerta abierta para que el PNV vuelva donde estamos los demócratas. Pero en el escenario de las reglas de juego y la lealtad.

P. El PP vincula el pacto de Estado contra ETA con un acuerdo contra la dirección del PNV.

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R. Es otro error. Aunque tenga mayoría absoluta, en el tema de la violencia siempre es mejor estar acompañado. Y si es con un pacto de Estado, mejor. Es la única forma de ganar a ETA; y hoy no hay otro objetivo que ganar a los terroristas.

P. ¿Cree que el problema real son Arzalluz y Egibar?

R. Ellos tienen su responsabilidad en la estrategia del partido y son los que deben cambiar. El señor Arzalluz sabrá si tiene reprise para cambiar tanto.

P. Lo que no desaprovecha es ninguna oportunidad para referirse a los socialistas vascos. Tras el asesinato de Lluch dijo que ya le gustaría que los del PSE fuesen como el ex ministro.

R. ¡Ya me gustaría a mí tener un Jordi Pujol en Euskadi en vez de un Arzalluz! Y no discutir sobre las propuestas de que los ciudadanos tengan diferentes derechos si son independentistas o no. Entre la sutileza de Pujol y la chulería de Arzalluz hay un abismo. Aquí, además tenemos a ETA, están matando a nuestra gente, Fernando Buesa, José Luis López de Lacalle, Juan María Jáuregui. Cada fin de semana atacan una casa del pueblo. Nuestros alcaldes tienen extintores en casa. Ése es el PSE.

P. ETA, pese a su locura, sí hace política con sus atentados y parece querer volar los últimos puentes tendidos entre nacionalistas y no nacionalistas.

R. Renuncio a hacer interpretaciones. Es claro que quieren matar lo simbólico, a los que representan algo, aunque sea contradictorio. Buesa no representaba lo mismo que Lluch, ni pensaba lo que Jáuregui. José Ramón Recalde tiene su propia visión de Euskadi. ETA no debiera marcar la agenda política, ni hacernos avanzar a impulsos.

P. Pero a golpe de tiro en la nuca parece que les intentan echar en brazos del PP.

R. Nuestra estrategia no la va a cambiar ETA con sus atentados. Lo que hemos aprobado en el IV congreso es nuestra vocación de liderar un cambio tranquilo, lo que denomino como revolución de terciopelo. Y eso sólo lo pueden hacer los socialistas.

P. Eso de emparejarles con el PP para echar al PNV es bueno para la estrategia de ETA de cuanto peor, mejor.

R. O pueden pensar que una vez convertidos en la referencia hegemónica del nacionalismo es más fácil tener una relación con el Gobierno de la nación. Si un partido institucional como el PNV pasase a la oposición, sería menos PNV. Es difícil saberlo.

P. ¿El PSE tiene miedo escénico a pactar con el PP y desalojar al nacionalismo de Ajuria Enea?

R. Tenemos vocación de ganar y, tras los comicios, reiteraremos que nuestra política de alianzas gira en torno a la Constitución y al Estatuto. Fuera de ahí, sólo hay barbarie. No hay problema en pactar con el PP. Pero podemos pactar con el PNV si antes vuelve al Estatuto.

P. ¿Pero la estrategia de tierra quemada del PP permite hacer esa revolución de su mano?

R. No tengo vocación de moderar al PP ni al PNV. Quiero ser protagonista. Desde luego, un hipotético pacto con el PP sería para hacer ese cambio tranquilo; y con el PNV, para legitimar y fortalecer el Estatuto.P. ¿Y un Gobierno de concentración?

R. El PNV apuesta por un resultado electoral que les permita un pacto con EA e IU. Pero no le van a dar los números. El PNV sólo quiere mantener su chiringuito y radicaliza sus mensajes para recoger votos de HB. Es más, intentarán de nuevo pactar con EH, aunque en esta ocasión les costará más que hace dos años y, probablemente, el PNV se rompa. Muchos nacionalistas no están dispuestos a aguantar lo de antes.

P. ¿A ETA hay que derrotarla o dialogar?

R. Hay que ganarle; todo lo demás debe quedar en la reserva. Sólo cuando sepan que no van a conseguir nada se puede plantear otra etapa. Adelantar el paso sólo les favorece a ellos.

P. ¿Y los que argumentan que esa vía ya se ha ensayado con el pacto de Ajuria Enea?

R. La gente no puede creer que vamos a terminar con ETA en poco tiempo. En el Pacto de Ajuria Enea estábamos mejor nosotros que ellos. Y con el espíritu de Ermua, les teníamos descompuestos. Pero en un año algunos se fueron a Lizarra. Creo que los nacionalistas vieron Ermua como un muro de Berlín que se les venía encima y optaron por radicalizarse.

P. Por cierto, ¿qué fue del líder de EH, Arnaldo Otegi?

R. Es un de los cadáveres políticos que ha dejado Lizarra. No pensé en su momento que era Churchill y ahora, que es descalificado por todo el mundo, pienso que no tiene el coraje para seguir aquella aventura.

P. ¿El PP, con su negativa a casi todo, no puede llegar desfondado a la campaña?

R. No lo sé. Tendrán un buen resultado, pero no tanto. Como dice Savater, hay mucho ciudadano cabreado. Y si es así, optarán por lo más simple.

P. Los ciudadanos cabreados votan raro.

R. Votan extremo, confundiendo probablemente la claridad con la simpleza. El objetivo del PP es orientar el cabreo hacia opciones eficaces.

P. Me imagino que conoce la teoría del original y la fotocopia: si el PSE hace seguidismo del PP, mejor votar al que marca esa política.

R. El problema tal vez sea que nosotros no hemos llegado bien al ciudadano. Hemos sido leales con el Gobierno, cosa que no hizo el PP cuando estaba en la oposición. Jugaron tanto al corto plazo que el sentido del pacto de Estado se ha perdido en España. Pero, en la defensa de la libertad no se debe diferenciar ningún partido democrático.

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