La tensión entre Israel y Palestina gravita sobre la Conferencia de Barcelona

Representantes de la Conferencia Euromediterránea, que reúne a los 15 países de la UE y a 12 países del sur del Mediterráneo, coincidieron ayer en Barcelona en que la escalada de violencia que enfrenta a israelíes y palestinos dificulta el proceso de cooperación iniciado en 1995 tras la Conferencia de Barcelona. Israel y Palestina no acudieron a la reunión.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, afirmó ayer en el acto de conmemoración del quinto aniversario de la Conferencia Euromediterránea que la situación en Oriente Medio "contamina permanentemente el proceso de Barcelona". Piqué señaló que la evolución del conflicto puede "bloquear" este marco de colaboración entre los países de la UE y del sur del Mediterráneo. También el enviado especial de la UE para el proceso de paz en Oriente Medio, Miguel Ángel Moratinos, aseguró: "Difícilmente el proceso de Barcelona puede avanzar si antes no se llega a una solución entre Israel y Palestina".Moratinos destacó que la Conferencia de Barcelona "fue un momento histórico y un gran paso adelante para los países del Mediterráneo".

La Conferencia de Barcelona reunió en 1995 a los 15 países de la UE y a 12 del sur, entre ellos Israel y Palestina, que no estuvieron presentes en el acto de ayer. El objetivo era sentar las bases de un marco estable de relaciones entre estos países y crear una zona de paz, seguridad y prosperidad en el Mediterráneo.

Tanto el ministro Piqué como el alcalde de Barcelona, Joan Clos, destacaron que sólo el 26% de los fondos Meda, destinados a financiar a los países euromediterráneos, fueron utilizados en el período de 1995 a 1999.

Piqué atribuyó a lo enrevesado de los procesos burocráticos el escaso uso de los mismos. En su opinión, la responsabilidad recae también en la presentación de proyectos poco solventes por parte de quienes optan a los fondos.