Lluvia de críticas contra la consejera de Enseñanza por descalificar la manifestación del domingo

La consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, recibió ayer una lluvia de críticas por sus declaraciones contra la manifestación que se llevó a cabo el pasado domingo en Barcelona en favor de la escuela pública. La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Cataluña (FAPAC) mostró su indignación por la nula consideración que Gil les otorga al considerar que cada vez que deciden manifestarse contra la política educativa de la Generalitat están siendo manipulados por los partidos de la oposición. Gil había descalificado la manifestación del domingo con los adjetivos "indignante y lamentable".

A la manifestación, convocada por sindicatos y asociaciones de padres, alumnos y profesores agrupados en el Marco Unitario de la Comunidad Educativa (MUCE), acudieron miles de personas que se concentraron en la plaza de Sant Jaume, frente a la Generalitat. La consejera declaró que los manifestantes estaban instrumentalizados por la oposición socialista, ya que contaron con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y de la Federación de Municipios (FMC), y consideró los lemas coreados como "tópicos, primitivos y fuera de la realidad"."Se hace evidente la falta de argumentos de la señora consejera", dice la nota de la FAPAC. "El 30 de enero fuimos instrumentalizados por los sindicatos y ahora por los partidos", añade, "nos entristece que a sus ojos las asociaciones de madres y padres de Cataluña no tengamos suficiente entidad, ni responsabilidad, ni criterio para detectar cuáles son nuestras necesidades como usuarios del sistema público de enseñanza". La FAPAC pide a Gil que deje de recurrir "al despropósito mediático".

Por su parte, el MUCE calificó de "poco ética" la actitud de Gil por intentar "confundir a la opinión pública con afirmaciones que faltan a la verdad, utilizando justificaciones que nada tienen que ver con las demandas que lícitamente formula la ciudadanía". En su comunicado, además de dejar bien clara su "independencia", MUCE recuerda que a la manifestación se sumaron representantes de todos los partidos excepto de CiU y el PP, "pese a que habían sido invitados".

Desde el PSC, Montserrat Duch, diputada y consejera de Educación en el gobierno alternativo de los socialistas, consideró la reacción de Gil, "producto del nerviosismo o de una visión profundamente miope" del sector. A juicio de Duch, una consejera de la Generalitat debe mostrar "más respeto institucional". "No debería emitir exabruptos de descalificación, sino asumir y tomar nota de las demandas que se realizaron",dijo. Duch fue tajante ante las acusaciones de que el PSC politizaba la educación al adherirse a la manifestación: "¿Desde cuándo no se puede hacer política?".