Un día triste
ELECCIONES 2000"Es un día triste. Es lamentable que hombres y mujeres que arriesgan su vida por Estados Unidos no puedan expresar su voto por pequeños problemas formales", declaró ayer el general Norman Schwartzkopf, héroe de la guerra del Golfo. "El partido del hombre que aspira a ser el próximo comandante jefe [de las Fuerzas Armadas] intenta tirar a la papelera los votos de los hombres y mujeres a los que quiere mandar", afirmó por su parte Jim Post, abogado republicano del Condado de Duval, donde 107 papeletas procedentes de unidades militares fueron descartadas por objeciones demócratas.Con declaraciones como ésa, los republicanos intentan minar la posición del vicepresidente Al Gore, quien mantiene la postura de que todos los votos deben contarse, al margen de pequeñas incorrecciones formales.
Las leyes para el voto por correo son muy rígidas en Florida. Se exige al votante que emplee una papeleta legal, que su firma sea autentificada por testimonios y, sobre todo, que el sobre muestre un matasellos con una fecha no posterior al 7 de noviembre. La totalidad de esas condiciones no es fácil de cumplir por algunos miembros del Ejército, cuyo servicio postal es mucho menos frecuente y más propenso a la improvisación (caso de la ex Yugoslavia) que el servicio postal civil.
Un paquete de votos de un portaaviones fue transportado, por ejemplo, por un cazabombardero, sin que los sobres pasaran por estafeta alguna. Otros votos llegan por correo privado, y hay discusiones sobre si las fechas proporcionadas por la empresa transportista son admisibles.
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