Panamá detiene al terrorista cubano más buscado horas después de ser denunciado por Castro
Los servicios secretos de La Habana dirigieron hasta última hora la operación
Los servicios de espionaje cubanos llegaron a Panamá bastante tiempo antes de inaugurada la X Cumbre Iberoamericana, con datos precisos sobre Luis Posada Carriles, la bestia negra de la revolución, detenido el viernes por la policía de Panamá en una operación de la que el país anfitrión fue informado en el último minuto. La persecución de Posada, de 68 años, fue tan secreta que, horas antes de concluirse con éxito, el ministro de Relaciones Exteriores panameño, José Miguel Alemán, dudaba en privado sobre el supuesto plan para asesinar a Fidel Castro en Panamá.
CUMBRE IBEROAMERICANA EN PANAMÁLa detención del cubano-americano era objetivo de Cuba desde que promoviera la voladura del avión de Cubana de Aviación que, el 6 de octubre de 1976, despegó de Barbados con 73 pasajeros a bordo. Murió todo el pasaje, incluido el equipo juvenil cubano de esgrima al completo. El apresamiento del hombre que trabajó en los servicios de espionaje de Venezuela, Guatemala, El Salvador y Estados Unidos se produjo a media tarde del viernes, apenas tres horas después de que el presidente cubano denunciara en una conferencia de prensa la presencia en Ciudad de Panamá de un comando con la intención de asesinarle. El anuncio sobre la presencia de Posada fue recibido con excepticismo por la mayoría de los corresponsales extranjeros e interpretado como encaminado a reforzar la posición cubana contraria a los términos de la propuesta de El Salvador y México contra el terrorismo de ETA.La policía panameña recibió datos precisos sobre el alojamiento de Posada Carriles y de otros dos ciudadanos cubano-americanos, Manuel Díaz y Pedro Remón, en el Hotel Coral Suite, situado en el barrio de El Cangrejo. Los tres fueron detenidos. Habían llegado al país el 5 de noviembre. Hermético, el espionaje cubano llegó a Ciudad de Panamá varios meses antes de la llegada de Fidel Castro a la cumbre, según la prensa local, y sólo en el último minuto, según las fuentes consultadas, informó sobre el domicilio hotelero que había que batir. "Es una noticia excelente", comentó en voz alta Castro cuando un mensajero le pasó un papelito durante un homenaje al fallecido líder panameño Omar Torrijos.
Hasta el momento de la comunicación oficial que confirmó las detenciones, el exilio cubano había calificado de show el supuesto compló para asesinar a Castro durante la X Cumbre, y portavoces de la cancillería panameña, aparentamente ajenos a la operación en curso, se manifestaban escépticos e incluso molestos. "Ya se está robando el protagonismo", decían. El propio canciller panameño, según sus colaboradores, se enteró por la prensa de las detenciones, practicadas por unidades antiterroristas de la Policía y de la Policía Técnica Judicial (PTJ) de Panamá.
Luis Posada Carriles, a quien Fidel Castro calificó de "hombre cobarde, totalmente carente de escrúpulos", fue detenido y encarcelado por Venezuela como culpable del atentado contra la aeronave de Cubana, ejecutado con la ayuda de "mercenarios venezolanos". El gobierno de Hugo Chávez estudia pedir su extradición. Condenado a 11 años de prisión por promover el el atentado de 1976, se fugó de prisión en 1985. Siguió conspirando contra el régimen cubano, que le endosa el suministro de armas contra el Gobierno izquierdista de Nicaragua que originó el escándalo Irangate, y actos terroristas contra hoteles de La Habana, a través de un grupo de salvadoreños y guatemaltecos que se hicieron pasar por turistas, reconocidos por Posada en una entrevista con The New York Times.
"En la IV Cumbre, celebrada en Cartagena de Indias en junio de 1994", dijo Castro, "estuvieron a punto de disparar contra nosotros cuando recorríamos la vieja ciudad en una caravana de coches tirados por caballos, que organizaron los anfitriones. Gabriel García Márquez viajaba junto a mí en ese recorrido. Habría tenido yo, en ese caso, el honor de morir con tan lúcido escritor".
La policía panameña detuvo a Posada con un pasaporte expedido a nombre del salvadoreño Franco Rodríguez Mena. Horas antes, el ministro de Gobierno (Interior), Hugo Spadafora, había manifestado que pondría a disposición de la comitiva cubana los agentes de seguridad que precisaran. Luis Posada fue asesor de los ex presidentes de El Salvador, José Napoleón Duarte, en 1985, y de Guatemala, Vinicio Cerezo, en 1989, y, según los expedientes cubanos, fue adiestrado por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) en operaciones de demolición y guerrillas anticomunistas.
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