Una estrategia meditada

La ponencia de KAS Txinurriak (hormigas), elaborada en 1995, decía lo siguiente a propósito de los medios de comunicación: "En nombre de la libertad de expresión, en nombre de la democracia, realizan un trabajo y un dolor tremendo, con una impunidad total. La participación en el conflicto ha sido concreta, directa e importante, pero 'no se les puede tocar'. (...) Habría que hacer una labor concreta en torno a los medios de comunicación, pero esto exige dar primero algunos pasos. (...) La dinámica de denuncia y presión que hay que realizar de los periodistas y empresas está por hacer. (...) A menudo, existe esta tentación: meter en algunas ocasiones la lucha armada y luego a ver qué pasa. (...) En lugar de eso hay que crear una dinámica que tenga que desarrollarse desde otros tipos de lucha, para que luego la lucha armada tenga un apoyo sólido". Como en tantos casos, la consulta a la hemeroteca permite constatar hasta qué punto los acontecimientos actuales quedaron ya prefigurados y descritos en el pasado. Para los estrategas de ETA que interpretan la realidad en términos de una guerra desigual entre España y Euskal Herria, la lucha contra los medios de comunicación adquiere una importancia esencial, no sólo por el desequilibrio informativo existente entre los medios que apoyan a la causa y los que no, sino también por el mismo componente simbólico e imaginario de esa pretendida guerra.Antes, durante y después de la tregua, las manos y las voces convocadas para la faena de "denunciar y presionar a los periodistas y empresas", "dotar a la lucha armada de un apoyo sólido", han trabajado ininterrumpidamente, fieles al guión trazado, de forma que ahora puede decirse que el mundo de HB y también buena parte del nacionalismo clásico ha interiorizado que los periodistas son "agentes" del "conflicto". A la idea original: para vencer hay que doblegar a los medios, se añadió en los tiempos más saludables del Pacto de Lizarra, el proyecto de creación del "espacio comunicativo vasco" destinado a reunir al conjunto de los medios nacionalistas: los dos periódicos de partido existentes en Euskadi, Gara (HB) y Deia (PNV), el diario en euskera Egunkaria y EITB, la radio televisión pública vasca. El colectivo EKIN, cuyos promotores han sido encarcelados por el juez Garzón, indicó en octubre que la campaña para que los abertzales sólo compren prensa nacionalista debería ir acompañada del boicoteo a los medios de difusión mayoritaria en Euskadi: El Correo de Bilbao, El Diario Vasco de San Sebastián y El Diario de Navarra y de "una respuesta" a la pretendida agresión de los medios no nacionalistas. "En estos tiempos que hablamos de construir Euskal Herria y, para ello, avanzar en todos los terrenos, incluido el de los medios de comunicación, no se puede olvidar que la imposición española y francesa continúa en los mismos términos. Es decir, también en este ámbito se debe compaginar la construcción con la respuesta a tanta agresión".

Ayer mismo, invocando la libertad de expresión, se anunció una manifestación en apoyo de Ardi Beltza y de denuncia de la "brutal ofensiva españolista".