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García-Alix apuesta por "comprender" a las personas retratadas en sus fotos

Málaga acoge una exposición retrospectiva con 90 instantáneas

Retratos con modelos cómplices de un artista que maneja la luz, las sombras y el encuadre a su antojo, conforman el grueso de la exposición del fotógrafo Alberto García-Alix (León, 1956) que se inauguró el pasado viernes en el Centro Cultural Provincial de Málaga. Esta muestra retrospectiva es la primera revisión exhaustiva que se realiza sobre la obra, dilatada a pesar de su juventud, de este artista cuyos personajes retratados recorren las contradicciones de una época.

Dureza y ternura

Alrededor de 100.000 negativos, correspondientes a más de 20 años de trabajo, desde 1977 hasta 1998, han sido examinados por Mireia Setín y José Luis Gallero, comisarios de la muestra, para seleccionar unas 90 imágenes que componen este paseo por la naturaleza humana, según los ojos de Alberto García-Alix."La fotografía es mi manera de ver la vida. La cámara nos obliga a hacer un ejercicio de lucidez e intencionalidad. El autor elige un plano, hace una elección determinada de la realidad". Así define este autor de 44 años, de aspecto rockero y transgresor, su profesión, convertida ya en su vida.

"Ejercicio de humildad"

Alberto García-Alix comenzó en el año 1976 retratando, por afición, a sus amigos, a su pareja y a él mismo, donde ya anticipaba las claves poéticas del resto de su creación.En la década de los ochenta, la combinación entre dureza y ternura alcanza una primera madurez que dará paso a una evolución de su mirada fotográfica hacia un enfoque cada vez más desnudo, directo y esencial.

García-Alix afirma que la fotografía ha supuesto para él "un revulsivo para conocer otros mundos a los que nunca habría llegado de no ser por ella". "Una mirada frontal" hacia experiencias más humanas, un reflejo de parte de la realidad que viven las personas en el mundo contemporáneo.

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Por ello, el visitante podrá encontrar en esta exposición instantáneas que muestran la serenidad de rostros enfermos, la soledad de su habitación en Barcelona o la tristeza de rostros que han perdido a un ser querido y vacío de su "muro de las lamentaciones".

La fotografía para Alberto García-Alix es un diario personal donde va anotando en imágenes sus experiencias. Una catalogación de un universo personal; sus amigos y sus compañeros de viaje, los escenarios que frecuentan o las casas y las calles donde viven, la ropa que usan o los bares que frecuentan. Un glosario lleno de poesía urbana.

Alaska, Paco Clavel, Ceesepe, Inés Sastre, Rossi de Palma, Camarón, Santiago Auserón, Juana de Aizpuru, Modesto Lomba o Emma Suárez son algunas de las personalidades, del celuloide, la cultura o la farándula, retratadas por el artista leonés.

"El retrato te exige un ejercicio de comprensión de la persona que tienen en frente, un ejercicio de humildad", dice García-Alix. "Necesitas comprender a la otra persona, cómo es y lo que es, lo cual te obliga a salirte de ti mismo y a entender", afirma el fotógrafo.Esto es lo que este leonés piensa que le ha hecho ser adulto y lo que, sin duda, ha marcado la vida de uno de los profesionales españoles más activos.

Además de su intrusión en el ámbito editorial y periodístico, el cual confiesa que no le llena demasiado, Alberto García-Alix ha trabajado en campañas de publicidad haciendo lo que mejor sabe hacer, sacando a través de su cámara las partes más estéticas y hermosas de cualquier ser humano.

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