Los rectores reconducen la política universitaria a falta de directrices

El desajuste entre la oferta universitaria y la demanda real de los estudiantes, que por primera vez ha dejado un saldo de 2.687 plazas vacantes en septiembre de las 28.128 ofertadas por las cinco universidades públicas valencianas, ha forzado a los rectorados a analizar las causas y planificar el escenario de los próximos cinco años para evitar el fracaso de ciertas titulaciones y poder hacer frente al descenso demográfico previsto del 30%, ante la falta de directrices políticas claras por parte del Consell.

El equipo rectoral de la Universidad de Valencia, que dirige Pedro Ruiz, convocó ayer una reunión con los equipos de las otras cuatro universidades públicas valencianas y la recién estrenada universidad privada Cardenal Herrera-CEU para analizar las conclusiones de la evolución de la matrícula universitaria, que se ha cerrado en octubre con 2.687 plazas vacantes y un fuerte descenso de la demanda de varias carreras (Derecho, Administración de Empresas, Geografía e Historia, las Filologías, y las ingenierías Agrícolas e Industriales). "Por primera vez el sistema universitario valenciano está dando más oferta que la demanda real existente", resumieron los portavoces, los vicerrectores de la Universidad de Valencia y de la Jaume I, Óscar Barberá y Vicent Climent, durante la reunión en la que se analizó un estudio realizado por el director del Instituto de Robótica, Gregorio Martín, inicialmente a instancias de la Dirección de Universidades, aunque en septiembre quedó aparcado al constatarse que la quinta universidad creada por el Consell en Elche no ha logrado cubrir el 28% de plazas nuevas ofertadas en su cuarto año.

El estudio analiza una a una las variables que obligan revisar el actual modelo basado en la duplicidad de carreras en la misma provincia o ciudad; así como la caída demográfica, que en cinco años prevé un descenso de jóvenes de 18 años del 30%; el rotundo fracaso de la adscripción de academias y centros privados a las universidades públicas (no llenan las plazas ofertadas), y el consenso generalizado sobre el desequilibrio que supuso la creación de otra universidad en Elche, a sólo 20 kilómetros de la de Alicante, que ya tiene implantadas 28 titulaciones, una decena de las cuales no logran despegar, excepto Medicina y Estadística (que suponen el 40% de los 7.300 alumnos matriculados en octubre). El estudio subraya incluso la correlación entre las 2.687 plazas que han quedado vacantes en el conjunto del sistema universitario y las 2.723 que Elche ha ofertado.

Los rectorados tratan así de reconducir el vacío de directrices políticas y consensuar "criterios objetivos para diseñar un catálogo de titulaciones" adaptado a la nueva realidad social para presentárselo a la Dirección de Universidades. "Se está haciendo un esfuerzo importante por parte de las universidades para consensuar intereses", puntualizaron los portavoces, quienes lanzaron una llamada a la Administración para que respete los acuerdos y tome las riendas del debate